San Alonso nos adoctrina

Miguel Vicens

Miguel Vicens

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma ha sido acusado de "imponer el nacionalcatolicismo" por colgar en la fachada de Cort la imagen de un santo en el día de su onomástica. "Exigimos respeto a la libertad religiosa y de conciencia y denunciamos el adoctrinamiento", ha criticado la concejala y portavoz de Més, Neus Truyol. El santo en cuestión, que la oposición no se ha molestado ni en nombrar en su denuncia, no se sabe si por desconocimiento supino o por restarle importancia, es San Alonso Rodríguez, jesuita glosado en abundancia por los cronistas municipales como un personaje insigne de la historia de la ciudad y del colegio de Montesión, así como el primer santo que tuvo Mallorca, de la que se convirtió en patrón por este motivo y a cuyo recuerdo se levantó una ermita al pie del bosque de Bellver en 1885. Ni aun por denigrar al gobierno municipal del PP ningún necio se atrevería a asociar con el franquismo a San Alonso, fallecido 319 años antes del golpe militar contra el Gobierno de la Segunda República. Pero eso quizá sea mucho pedir para los concejales que en la pasada legislatura intentaron borrar del callejero de la ciudad por franquistas a dos almirantes de la batalla de Trafalgar y a uno de la guerra de Cuba. Y que no fueron capaces en ocho años de derribar el monolito franquista de sa Feixina

Así que guarden sus críticas para el Corpus, si el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma, como parece, vuelve a abrir sus puertas al paso de la procesión, engalana su fachada, pone sus banderas a media asta y convierte el balcón de Cort en un palco de autoridades privativo. Pero dejen en paz a personajes de la historia de la ciudad que ya desprecian antes de conocerlos

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