Resistir al eterno blanqueo

Àlex Volney

Àlex Volney

La dictadura de Primo de Rivera había gobernado sin hacer apenas ningún cambio o mejora en la vida de las gentes, todo lo contrario. La República quiso, enseguida, coger el toro por los cuernos y gobernaría con muchísimas dificultades. El aspecto reformador parecía que iba en sintonía con los resultados electorales. Pronto «la realeza tuvo que ceder a la realidad», (Sánchez Guerra). Los partidos se habían quejado de ir a las elecciones bajo una semidictadura. Berenguer fue desplazado. La candidatura Lacierva-García Prieto-Romanones-Ventosa constituía la concentración monárquica que en la mitad de pueblos se vería representada en sus respectivos caciques que obviamente salían ganadores al no haber contrincantes. Por otro lado, en las urbes se superaron todas las expectativas y la izquierda triunfó de forma generalizada. El 14 de abril de 1931 la República sería proclamada en Éibar, Barcelona y San Sebastián. A las 14:05h en casa del doctor Marañón, Romanones con Alfonso XIII y Niceto Alcalá Zamora llegaban a una conclusión. Ni el ejército ni la Guardia Civil se oponían al cambio de régimen que caía por su peso. Incluso Sanjurjo se había presentado para ponerse a las órdenes de la República. Esto en Madrid. No había tu tía, el de «la carne de gallina» debía abandonar el país. Ya ni los suyos sabían cómo sostenerlo.

A la una Lluís Companys proclamaría la República. Sobre las dos Francesc Macià anunció la República Catalana en el seno de la Federación de Repúblicas Ibéricas. A las 21:15h el rey ya se dirigía a Cartagena para tomar rumbo a Marsella. Quince minutos antes Alcalá Zamora la había proclamado a través de la radio. Se instauraba un nuevo régimen sin haber disparado un solo tiro, pocos precedentes iguales en Europa. Algunos historiadores sostienen que el mérito no fue de la buena organización republicana pues atribuyeron el histórico cambio a las derivas monárquicas rancias y absolutistas y de impúdica aceptación del clasista y autoritario Primo de Rivera. El cúmulo de chapuzas hizo recelar a los propios monárquicos y de forma natural se iría creando el clima idóneo y más adecuado para el gran advenimiento.

Se sustituyó la marcha real por el himno de Riego y el gobierno provisional comenzaría a preparar rápidamente las esperadas reformas. Los nuevos constituyentes se centrarían en los problemas de la Constitución, la Escuela, la Iglesia y el Ejército, pero sobre todo muchos esfuerzos irían a poner las bases del cambio a un problema secular que tanto nos alejaba de Europa con la tan anhelada reforma agraria muy esperada en amplios sectores de la población. Una auténtica y clásica fuente de votos.

Ustedes conocen perfectamente lo que deparó ese lustro y las diferentes causas que dificultaron la gobernabilidad decidida por sufragio universal. El historiador francés Pierre Vilar lo tenía clarísimo «lo mismo que el parlamentarismo de 1932 no había podido gobernar sin las masas, el «pronunciamiento» no pudo imponerse contra ellas» y el golpe fue un rotundo fracaso. En Madrid, Valencia y Barcelona los soldados en cuanto podían se pasaban al bando de la legalidad democrática. La polarización estaba servida en el plato de los conventos dando asilo a los insurrectos que lo iban a vestir todo de cruzada mientras los bloques «regionales» equilibraban la balanza que alargaría el provocado fratricidio. Junto a las fuerzas del eje fascista el movimiento ilegal de la llamada «España negra» se travestía de legítima fuerza sacando rédito del apoyo recibido de la intervención extranjera. El gobierno legítimo se vería desbordado, incluso la aviación alemana iniciaría sus prácticas y ensayos en ese punto de la Historia. La campaña de Catalunya era un simple precedente de las de Polonia o Francia, así lo cuentan los aviadores nazis en sus hojas de servicio, un capítulo más de la bien llamada Guerra Civil Europea (1914-1945). Respetando todos los puntos de vista, pero con un mínimo de objetividad y cordura, hay que dejar bien claro que la delincuencia organizada pasaría a ser acusadora y perseguidora de las fuerzas legítimas.

Con el tiempo caerán Hitler y Mussolini, pero en el nuevo orden mundial los aliados, con la excusa de equilibrar bloques, van a dar la espalda a la voluntad democrática y se van a olvidar de la bestia. Más tarde, incluso, le van a dar de comer.

Hoy, el sector agrario sigue siendo una auténtica vergüenza de manipulación constante y demagogia. El latifundismo sigue hundiendo el futuro y cuando no basta, junto con sus secuaces, urde el nuevo sorpaso al bien común sea en Doñana o en cualquier otro sitio que se tercie del campo negacionista. El Estado puede subvencionar grandes empresas que acabarán alardeando de externalizar su sede por la jeta mientras las presuntas izquierdas siguen discutiendo el sexo de los ángeles y de los que no lo son. Casi todos los males que acechan el futuro tienen sus inicios en el vergonzoso abandono de las democracias occidentales mirando hacia otro lado, en su momento, o provocando nuevas guerras. Un modelo que no para de repetirse en todo el mundo, que no descansa, véase Iraq, Siria o Ucrania. De manual. Lo vieron venir muchos antifascistas y antinazis que lucharon por la libertad aquí o en la Resistencia del país vecino. Cuando nos preguntan el motivo de no haber iniciado nunca el regreso del exilio ni haber manifestado la más mínima intención, como tantísimas otras personas en la misma situación y habiendo sacrificado sus vidas por todos nosotros, nuestra tia-àvia, Palmira Vial Margarit, lo tenía muy claro. Lo anotado más arriba sería solamente el entrante. Tuvo el buen gusto de no regresar nunca y permanecer enterrada en Perpinyà, Catalunya Nord. Desde aquí siempre la hemos entendido, nunca nadie ha podido pensar que estuviese equivocada. En nada. Su dinamismo le hizo salvar vidas y era proporcional a su inmovilismo en la muerte, toda una advertencia para nosotros. En tu recuerdo. Un año más.

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