Tribuna

Por un Duty Free libre de cáncer

Ilustración: Ivan Domingo

Ilustración: Ivan Domingo / Ivan Domingo

Emilio Pila

Emilio Pila

De todas las formas de marketing truchimán, y de los lugares a los que enfrentarse a la máquina, el más perverso es el duty free del aeropuerto. La mercancía es un billete para cáncer, cirrosis, infarto y diabetes.

Este canal de impulso reúne cuatro características estudiadas. Cautividad, obligatoriedad, morbidez e incentivo.

Cautivo y desarmado. El consumidor se encuentra en un espacio del que no puede salir para cumplir objetivo, trasladarse por el aire. Los humanos no vuelan. A nivel cerebral el cortisol se dispara. Esta hormona en sangre aumenta las conductas perjudiciales. Inhibe el autocontrol. 

Alcohol, tabaco, azúcar y perfumes. Los cuatro excitantes. Lo saben.

Este espacio público y nacional de interés general erigido vía impuestos, obliga a desfilar ante infiernos personales. Especialmente cuando estamos inquietos. Sacan a un pasajero violento. Violento no. Borracho.

La empresa que tiene el monopolio en España se llama World Duty Free Group. Posee tiendas en 20 países, su sede, oh, en Suiza y pesan sobre la compañía denuncias por racismo con los pasajeros de China.

Opera con contratos de AENA, empresa pública con forma de Sociedad Anónima cotizada en el IBEX. España gusta de los aeropuertos y alguien tiene que pagarlos. El Ministerio de Transportes revende la mejor ubicación a los peores. Hoffa. Presente. 

Obligado en Málaga, Madrid, Mallorca, es un canal incentivado donde 8.500 empleados salen al paso ofreciendo chupitos a las 9 a.m. Nuestro cortisol fuera del aeropuerto estaría más cerca de sus niveles normales. 

Morbidez. Mallorca no quiere turismo de borrachera pero los lineales preferentes contienen las ofertas 3x2 en ginebra. Vinos de pago, alejados del tránsito. Podemos en Balears reclama que se rediseñe el «camino del consumidor» para que los menores no vean Toblerones de 1 kilogramo de 5.280 calorías. El apoyo del PSOE de las Illes ha abierto la puerta a la publicidad de casinos y salones de juego. La lacra de la ludopatía será para los turistas de los que vivimos, dicen. Sin palabras.

Un familiar ha muerto de cáncer o tienes pensamientos suicidas por sobrepeso; problema de salud mental, trastorno obsesivo compulsivo. Los trabajadores y menores toman aviones todas las semanas. El puente aéreo es estar expuesto al amianto. 

Basta. Siete puntos de mejora:

1. AENA S.A no debe lucrarse con técnicas de manipulación del estado hormonal. 

2. Ningún punto de venta obligatorio en el camino del pasajero hacia puertas de embarque.

3. Ningún producto de impulso de venta en aeropuertos públicos.

4. Investigación en el Parlament  de cómo terminaron infraestructuras nacionales de interés general convertidas en tiendas obligadas para millones de pasajeros.

5. Precios tope según mercado con un margen comercial justo, así como el precio del suelo.

6. Adecuación de la oferta a primera necesidad, complementarias, alimentación saludable, porciones y tamaños racionales. Mayor representación del comercio local y sostenible. 

7. Eliminación de servicios de seguridad privada, así como la grabación de ciudadanos que vigilan mercancía que no debería encontrarse ahí, y cuya legalidad es alarmante.

Como profesional del marketing, viajero de alta frecuencia, nieto y sobrino de familiares con cáncer y persona con problemas de TOC por acumulación, el único impulso bueno es el que da la espalda a este tipo de marketing de contextos inéditos y entramados culposos. 

Salvaje.