Tribuna

Patinetes y concejales

Jaume Pla Forteza

Jaume Pla Forteza

Los problemas de convivencia que generan algunas personas circulando irresponsablemente por las aceras a bordo de vehículos —patinetes eléctricos especialmente— son graves. Ellas son, por tanto, las principales responsables del desasosiego de los peatones al caminar por sus añorados espacios o del cada vez mayor consumo de asistencia traumatológica.

Nuestro sistema prevé una arquitectura de gestión de las necesidades —en general— de la comunidad. La resolución de problemas forma parte de ese ejercicio de delegación conferida a la administración política y técnica. Nada descubrimos si el paso más importante para resolverlos —los problemas— es identificarlos; entonces, y en este caso los gestores de la «cosa pública» los podrán minimizar o subsanar.

En los últimos días, estamos asistiendo a un clamor ciudadano en torno al incivismo provocado por los patinetes —bicicletas en menor medida— al circular por zonas peatonales. El bombardeo de la campaña lanzada por ‘Patines y bicis a raya’, con amplio apoyo de la sociedad civil, no está dando tregua a inconmovibles miembros del equipo de gobierno de Cort. Conocida en esa faceta es la concejala de Infraestructuras, Angélica Pastor, de la que destaca —entre otros— el hecho de no rebajar el bordillo de la calle Aragón número 246, de modo que las personas en silla de ruedas —afónicas de tanto reclamarlo— tengan la accesibilidad que la Ley les garantiza. Un añadido más al temor de ser adelantados por algún desabrido patinete desde su elevada y silenciosa atalaya.

Vista la respuesta municipal a la alocada petición de poder caminar seguros por las aceras, la concejal de Seguridad y el concejal de Movilidad pueden formar parte del club. Adrover, sin desentonar la —heredada— dejación de funciones de su área, sobre las competencias de ordenación y señalización del tráfico, presenta como «éxito» una disminución del 60% anual en el número de denuncias interpuestas a patinetes por circular en espacios peatonales: 109 sanciones en el año 2022. Una multa cada tres días, cuando fácilmente y a riesgo de quedarme corto debe de haber tres infracciones por minuto. Estadísticamente, la regidora viene a convertir un déficit de vigilancia en una inexistencia de infracciones. Dalmau, por otro lado, con sus acciones u omisiones, demuestra día tras día su cianocrilática adhesión a la movilidad, con la misma ansiedad con que se aleja de la seguridad. La máxima: És perillós? Idò ja t’ho faràs, es puesta a prueba en todas las aceras de Palma y en muchos kilómetros de carril bici.

Patinetes sí, bicicletas también. ¿Cuál debe ser el límite, entonces? Respetar las normas y sobre todo no invadir los espacios pacificados para peatones, figura que, en un momento dado, asumimos todos y cada uno de nosotros. Sobre nuestros zapatos somos seres vulnerables ante vehículos de elevada masa y a gran velocidad, atropellándonos a traición cuando dejamos de prevenir el paseo, tal cual gacela somnolienta atravesando la sabana para ser objeto del disfrute solaz de una leona (ellos descansan), en esta ocasión por un agresor armado de un patinete.

Hay mucho que mejorar, empiecen por trasladar el carril bici de la plaza España y el de la calle Blanquerna a la calzada para vehículos que consideren más oportuna. No es tan difícil, y si además los policías se acostumbran a patrullar andando por las aceras, demostrarán que de verdad les importan las personas que habitan esta ciudad. Bien es cierto que, si también rebajan el bordillo aludido de la esquina de la calle Aragón, los fabricantes de neumáticos de silla de ruedas perderán ventas, ya que al no sufrir los impactos del canto afilado durarán más. Que le vamos a hacer… siempre pierde alguien, es ley de vida. Así que, nada, que la diversidad funcional desarrollando la movilidad insostenible en Batec siga practicando el mantenimiento del equilibrio cada vez que impacta con los cinco centímetros de altura del eterno bordillo inaccesible. Menos mal que cuando ese «minusválido» en silla de ruedas llegue al polideportivo Germans Escalas, Francisco Ducrós, el concejal de deportes que completa el terco cuarteto de Cort, le recordará —literalmente— que es un «minusválido». Y lo es, tanto que no podrá abrir por sí solo la puerta habilitada para frustrar a personas asistidas en silla de ruedas a causa de su déficit de movilidad. Hace más de un año que Pastor y Ducrós conocen e ignoran estos problemas, poca broma…