Hermann Ribera, jefe de la unidad de dolor de HUSE: «No lo recetamos a pacientes con un historial psiquiátrico»

Hermann Ribera, jefe de la unidad de dolor de HUSE, garantiza una prescripción médica muy controlada

Un bote con una muestra de fentanilo.

Un bote con una muestra de fentanilo. / FDV

I. Olaizola

I. Olaizola

«En estos momentos prescribimos fentanilo a los pacientes con dolor oncológico sin ningún género de duda. En los dolores benignos crónicos seleccionamos mucho a quien se le dispensa. Ha de cumplir una serie de requisitos como por ejemplo no tener un historial psiquiátrico y no tener problemas de adicciones previas de cualquier tipo, a sustancias, al juego o las compras ya que estas personas tienen tendencia a padecer otras adicciones, entre ellas a estos opioides», explica el doctor Hermann Ribera, jefe de la Unidad de Dolor de Son Espases.

Hechas estas salvedades, el experto revela que sí los recetan a pacientes con dolores benignos pero en su presentación de parche transdérmico.

«La prescripción médica del fentanilo en España está actualmente muy controlada porque se hace a través de las recetas electrónicas. Sí hubo algún problema en años pasados porque los fentanilos de acción inmediata se prescribieron para dolores benignos, sobre todo en dolores neuropáticos, lo que provocó que se detectara un aumento de adicciones», continúa.

El fentanilo de acción rápida, intranasal o sublingual, es más adictivo porque provoca un subidón

El anestesiólogo matiza que se refiere a los fármacos con esta sustancia de acción rápida, esto es, los que se absorben por vía sublingual o intranasal. «Posteriormente se controló esta prescripción a través del servicio de fármacovigilancia y ha dejado de ser un problema», tranquiliza.

No obstante, alerta de que este fentanilo de acción rápida «tiene mucho más poder adictivo porque genera un subidón rápido y por eso los reservamos para las crisis de dolor en pacientes oncológicos. Pero en el dolor benigno no tienen lugar».

Pese a ello, el especialista admite que España es el tercer país del mundo más consumidor de este opioide sintético tras Estados Unidos y Alemania. «El fentanilo se incluyó en la prescripción médica en forma de parche en la década de los noventa y ocasionó un gran impacto. En esa década y hasta 2010 sí hubo un aumento de la prescripción pero posteriormente disminuyó bastante. En las unidades de dolor se convirtió en un fármaco estrella», sitúa.

Suscríbete para seguir leyendo