Galmés asegura que las acusaciones a Pilar Bonet por desfalco no salpican su gestión en el Consell

 El president del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha defendido este sábado que las acusaciones contra Pilar Bonet por un supuesto desfalco en Globalia, el grupo al que pertenece Air Europa, que la han llevado a dimitir el viernes como consellera insular de Hacienda y Función Pública, corresponden a la esfera de "su vida privada”. El popular justifica que su renuncia se corresponde con “motivos personales”, como se anunció ayer desde la institución. Defiende que ha actuado “con contundencia y celeridad” y que no salpica su gestión en el Consell.

Galmés ha hecho estas declaraciones tras la toma de posesión de Rafael Bosch, que sustituye a Bonet en el cargo, tras su renuncia, en un acto en la sala de audiencias del Consell en el que la oposición no ha participado.

“Todas estas acusaciones no tienen que ver con su gestión”, asegura el president, porque corresponden con “otra etapa de su vida” en la empresa privada. Bonet trabajaba en la división de handling de Globalia, compañía en la que está integrada Air Europa. Según ha reconocido Galmés, le llegó "una infomación externa", en referencia a que su exconsellera estaría involucrada en un supuesto desfalco millonario en la empresa con sede en Llucmajor. Se sospecha que durante varios años se habrían desviado dos millones de euros, tras una auditoría por lo que se inició una investigación interna. La exconsellera ha trabajado varios años en la empresa. Galmés ha declarado que por estos supuestos hechos Bonet ha "perdido su credibilidad" para seguir en la institución y le presento su dimisión en Hacienda y como consellera. Se escuda en que son "denuncias de otra etapa de su vida".

Desde Globalia se han declinado hacer declaraciones. Todavía no se ha formalizado la denuncia por el presunto desfalco.

"Estamos tranquilos"

Galmés asegura que “a día de hoy estamos tranquilos” de la gestión de Bonet en Hacienda y rechaza las acusaciones de la oposición que le cuestionan por haber "mentido" sobre la renuncia de la exconsellera.

Para aclarar “cualquier duda” sobre su paso por el Consell, el president ha anunciado que se convocará un pleno extraordinario para el lunes en la institución insular, como han reclamado los socialistas. Su portavoz en el Consell, Catalina Cladera, pide también una auditoria de en el ayuntamiento de Llucmajor, donde Bonet fue regidora de Hacienda, cuando compatibilizaba ese cargo con su trabajo en Globalia. Además, la socialista ha cuestionado el descuadre de los presupuestos del Consell, mientras que Galmés defiende su idoneidad.

El president, que ha hecho esperar a los medios de comunicación hasta que por fin ha salido a hacer declaraciones tras la toma de posesión de Bosch, saca balones fuera ante las críticas de la oposición. Se escuda en la "celeridad" con la que ha actuado para apartar a Bonet de su gobierno " a diferencia" de los socialistas por el caso de la explotación sexual de menores tutelados por el Consell.

Reclamos de la oposición

Por su parte, desde Més per Mallorca Jaume Alzamora, avisa de que los presuntos delitos de Bonet están poniendo "en entredicho toda la contabilidad del Consell". El portavoz ecosoberanista reclama también claridad a Galmés y una investigación en el Departamento de Hacienda. "La gravedad de los delitos y la mala praxis demostrada por la consellera son de una magnitud como para investigar con profundidad su gestión" en el Consell, además de que el president popular ha de aclarar si estaba al tanto del presunto desfalco a Globalia.

Previamente, ha comparecido Núria Riera, portavoz popular en la institución insular, esgrimiendo los mismos argumentos que Galmés, y ensalzando la actuación de Pilar Bonet, por haber dado "un paso atrás". Ha manifestado su "respeto a la presunción de inocencia de la dimitida e insiste en la "ejemplaridad y celeridad" con lo que ha actuado el PP ante este supuesto delito que salpica a uno de sus cargos.

"Tranquilidad" en el ayuntamiento de Llucmajor

Por otro lado,  el Ayuntamiento de Llucmajor ha transmitido en un comunicado su "tranquilidad sobre la gestión del consistorio" en la anterior legislatura, cuando Pilar Bonet fue regidora de Recursos Humanos, Hacienda y Contratación. Así las cosas, se avanza que, "en un ejercicio de máxima transparencia", se solicitará una auditoría extraordinaria del periodo comprendido entre 2019 y 2023 a la Sindicatura de Cuentas. También se va pedirá a Intervención "una revisión de los contratos gestionados" desde esa área. Se insiste desde el ayuntamiento que lideraba en aquella etapa Éric Jareño, y ahora está en manos de Maria Francisca Lascolas, que todos sus contratos "vienen avalados por informes técnicos y de Intervención".