Francisco Villar Cabeza, psicólogo clínico: «Baleares ha hecho una de las mejores acciones de prevención del suicidio al prohibir los móviles»

«Queremos hacer una discoteca segura para niños de ocho años, y no puede ser», dice sobre el plan para proteger a los menores del porno

Francisco Villar pide disculpas a los menores: «Sentimos las horas que os hemos robado».

Francisco Villar pide disculpas a los menores: «Sentimos las horas que os hemos robado». / DM

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

El libro que presenta hoy en Palma asegura con rotundidad que las pantallas devoran a los niños. ¿Por qué?

Básicamente porque la industria tecnológica se gana la vida con el tiempo de las personas. Cuando nosotros vamos a un parque y vemos a cinco chicos sentados, cada uno con su dispositivo, sin mirarse a la cara, eso está moviendo la economía mundial. Este es el valor del tiempo y nuestros niños y adolescentes necesitan su tiempo para otras cosas, como por ejemplo aprender. Así que se convierte en eso, en un competidor del tiempo del ser humano en un momento tan delicado en el que lo necesita para desarrollarse.

El Govern balear ha prohibido los móviles en los colegios e institutos. ¿Considera que esta medida llega tarde?

No, para nada. Tenemos que reconocer que delante tenemos una industria superpotente, seguramente la más potente de hoy en día. Entonces, en el momento en que un gobierno ya pasa a hacer eso, significa que reconoce los efectos perjudiciales de algo que nos vendieron que iba a mejorar al ser humano y que hemos visto que no ha sido así. Si no lo hubieran hecho ya, sí que diría que vamos tarde, pero entiendo que no era fácil hacerlo antes, porque el hecho de que un niño delante de una pantalla esté moviendo la economía mundial, ¿cómo frenas eso? Porque la industria no tiene ningún escrúpulo y con el tiempo que están en las pantallas nuestros hijos, las industrias lo transforman en dinero con el que consiguen llevar a sus hijos a una escuela sin pantallas. Por eso creo que lo que ha hecho el Govern ha sido una apuesta por intentar conseguir equidad en los alumnos y que todos vivan como los ricos.

No pueden llevar sus móviles al colegio, pero en muchos casos necesitan una tablet que les proporciona el centro, y el mismo dispone de múltiples pantallas en las clases, ¿es una contradicción?

No, no es una contradicción. Lo que ocurre es que se ha podido hacer el cambio hasta donde les han permitido. Además, se han hecho unas inversiones, unos contratos...en algo que debo decir es antiecológico, porque un instituto con 200 alumnos, con sus respectivas pantallas, es directamente un atentado contra la ecología. Creo que lo que vamos a tardar en recuperar el aula de informática, va a ser nada. Cuando esto suceda, será un aula con solo 25 dispositivos de torre, que además no tienen baterías, con los alumnos puestos contra la pared, para que el profesor vea lo que hay en las pantallas. Volverán a clase con su lápiz y su papel, es decir, con esas cosas que verdaderamente hacen el aprendizaje profundo, y los padres ya no les tendrán que comprar un dispositivo de forma precoz, metiendo a los niños en estos riesgos.

A los padres solo les digo que intenten no culpabilizarse y que no se asusten, porque sus hijos van a estar bien

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¿Sería un acierto entonces volver al libro de texto tradicional y al papel y boli?

Sí, y desde luego creo que volveremos a ello. Quitando las pantallas, no vamos a acabar con el bullying, pero si se multiplica por cinco el bullying respecto al ciberbullying, pues vamos a acabar con el 25% del acoso en las aulas.

¿Tiene hijos?¿Aplica con ellos este ‘no a las pantallas’?

Tengo cuatro. Sí, por supuesto. Quiero que mis hijos vivan como los ricos [ríe].

¿Y cómo lo llevan ellos?¿Notan cierta presión social?

Todavía son muy pequeños, pero supongo que la notarán, porque la industria está hecha para que haya presión social. Aunque bueno, creo que para cuando mis hijos sean mayores, la cosa habrá cambiado. De hecho ya ha cambiado, porque el otro día me contaron una cosa súper bonita en un colegio en el que di una charla. Me dijeron que habían prohibido los dispositivos móviles, que tenían una caja para los de 1º de ESO, otra para los de segundo, otra para los de tercero y otra para los de cuarto, y que la caja de primero estaba vacía. La prohibición había sido innecesaria para los de ese curso porque los padres directamente no les habían comprado un dispositivo. Esto hace un año era imposible. De todas formas, yo las presiones sociales las llevo superbien cuando pongo el cuidado de mis hijos por encima.

Los suicidios en adolescentes se dispararon el año pasado un 40%, ¿Está haciendo algo mal el sistema?

Lo estamos haciendo superbien, porque desde hace diez años se han puesto un montón de recursos para la prevención del suicidio, la prensa lo está haciendo mejor, se han puesto en marcha los teléfonos de prevención del suicidio a nivel estatal. Dicen que no hay un plan nacional de prevención, pero está toda España regada de planes autonómicos que nos están permitiendo incluso poder ver cuáles son las iniciativas que mejor nos ayudan. Además, los profesionales están más formados que nunca en este sentido. Si hace diez años yo hice una carta a los Reyes Magos sobre prevención del suicidio, casi todas las cosas se me han cumplido. Lo que Balears ha hecho al prohibir los móviles en las aulas es una de las mejores intervenciones de prevención de suicidio en la infancia y la adolescencia, porque acaban de liberar a todos los chavales de los dispositivos. Eso significa que han levantado la cabeza y se han puesto a interactuar entre ellos, lo que ha reforzado sus vínculos.

¿Qué opina del plan del Gobierno para proteger a los menores de la pornografía?

Creo que es una heroicidad por parte de los profesionales que están intentando poner límite a esto. Lo que pasa que me rechina un poco, porque han hecho un parque de atracciones superdivertido y superpeligroso, y les han permitido abrir la puerta. La propuesta del Estado es intentar poner límite para que los menores no accedan a estos contenidos, cuando la industria lo que quiere es justo lo contrario. Yo entiendo el acto de buena voluntad, pero al final les están bailando el agua. O sea, queremos hacer una discoteca segura para niños de ocho años, y eso no puede ser.

Los casos de bullying también han aumentado. ¿Guarda relación con el suicidio en menores?

El suicidio es una historia de dolor, de desesperanza y lo peor que ha pasado en términos de prevención del suicidio ha sido la exposición a las pantallas para los niños, porque los contenidos más peligrosos que te encuentras en la red los ha subido alguien de trece años también. Yo llevo diez años dedicándome a hablar con chicos que han intentado acabar con su propia vida y la causa clara son los dispositivos digitales. A muchos de ellos no los hubiera atendido si no hubiera sido por ello, porque los focos de presión a los que han sido sometidos han venido por ahí.

Un consejo para los padres y otro para los niños.

A los chavales yo no les aconsejo nada, solo les voy a pedir disculpas. Lo sentimos, perdonad, nos han engañado y no lo sabíamos. Ahora que lo sabemos, os vamos a proteger. Lo sentimos por las horas que os hemos robado y por todas las oportunidades perdidas. A los padres, solo darles mucho ánimo y recordarles que no nos tenemos que pelear con nadie, ni con la escuela, ni con el pediatra que no me informó...y decirles que intenten no culpabilizarse mucho y que no se asusten, porque sus hijos van a estar bien.

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