Boulevard: El Papa recibirá en audiencia a Llorenç Galmés y al Obispo el próximo 20 de marzo

El sionista Gil-White pronunció un discurso rejuvenecedor, por su nivel de parvulario, que congregó a menos oyentes que manifestantes, los cuales gritaban como si estuvieran soportando la cháchara

Una manifestante propalestina clama en Cort contra la conferencia pueril de un tal Gil-White en la biblioteca del Ayuntamiento.

Una manifestante propalestina clama en Cort contra la conferencia pueril de un tal Gil-White en la biblioteca del Ayuntamiento. / B. Ramon

Matías Vallés

Matías Vallés

Llorenç Galmés se considera un proscrito en la política local, así que ha obtenido una resonante victoria en el ámbito internacional. El miércoles veinte de marzo será recibido en audiencia, privada según los organizadores por el Papa Francisco. Acudirá en compañía de Sebastià Taltavull, obispo de Mallorca a perpetuidad. El encuentro en la cumbre entre el presidente del Consell y el Sumo Pontífice conmemorará el 450 aniversario de la muerte de Santa Caterina Tomàs.

El Papa protagoniza los miércoles un acto masivo, pero previamente concede las audiencias privadas con las que Galmés/Taltavull se sienten agraciados. El obispo y récord mundial de velocidad de vacunación ya acompañó a Catalina Cladera al Vaticano, pero aquella visita con el pintor palmesano José Luis Mesas fue multitudinaria y al aire libre, nada que ver con la selecta recepción que su sucesor pretende disfrutar.

Y ahora viene lo espinoso de la audiencia papal en honor de la única santa mallorquina, porque Galmés/Taltavull tienen que seleccionar a una veintena de acompañantes. ¿Figurará Marga Prohens entre los elegidos, o la dejarán fuera por irrelevante como en la cumbre de Fitur de Moreno Bonilla, López Miras, Mazón, María Guardiola y García-Page? Habrá codazos, cuántos mallorquines se proclamarán devotos de la Beata de Valldemossa fallecida el 5 de abril de 1574. A propósito, 450 no es un número muy redondo.

Siempre a favor de los cancelados, acudo el martes a la polémica conferencia de un tal Francisco Gil-White en la biblioteca municipal de Cort. Este sionista desperdició la mitad de su intervención haciéndose publicidad. Reconozco por contra que pronunció un discurso rejuvenecedor, por su nivel de parvulario. Tal vez localizó a Fulgencio Coll de San Simón y Garfunkel entre el público, así que se creyó obligado a explicarle la palabra «democracia». Si para acceder al judaísmo tienes que soportar estas monsergas, prefiero seguir militando en el madridismo . (El judío Woody Allen en Scoop, «fui criado en la confesión hebrea, pero al hacerme adulto me convertí al narcisismo»).

Gil-White presume de su web «Management of Reality», con esa modestia de creerse capaz de gestionar la realidad. A la biblioteca de Cort llegaban lejanos los ecos de los manifestantes propalestinos, que pretendían boicotear al sionista desde la plaza. Los setenta asistentes a la conferencia eran superados en número por el centenar de manifestantes trilingües de Ciudadanos por Palestina, en castellano, catalán y árabe. Gritaban con tanto sufrimiento como si estuvieran soportando la cháchara del conferenciante.

Me ausenté de la conferencia a la media hora, no necesito leer un libro entero para declararlo indigesto. En cuanto me enteré de que los griegos no inventaron la democracia, y el conferenciante se creyó con derecho a explicar durante minutos a adultos formados en qué consistía el caballo de Troya, entendí que había que dar una oportunidad a los manifestantes. Para ejercer de propalestino en condiciones, no debería haberme pasado tanto tiempo conviviendo con Yasir Arafat, privilegios de la Mallorca cosmopolita Y si los congregados hubieran conocido a esta Lola Flores de la OLP, también revisarían sus convicciones. En realidad, los concentrados estaban promocionando el acto que aspiraban a neutralizar. En mi caso, sin ir más lejos. (Está usted orillando el asunto clave de una conferencia de propaganda en un local público, en medio de una carnicería).

En mi modesta opinión de espectador, Gil-White tiene todo el derecho a pronunciar sus barbaridades, desde la compasión por las víctimas incruentas que atienden a sus discursos. Las religiones van empatadas a matanzas, por lo que es lógico que haya colisiones tectónicas en cuanto una fe pretende incrementar su cosecha de sangre. Lo peor de tomar a Cort como sede son las declaraciones exaltadas de la concejala popular Mercedes Celeste. Tal vez Rafael Bosch deba enseñarle que un químico tiene derecho a proferir simplezas como cualquier civil, pero no se las puede creer, ensalce al Dios Yahveh o al dios Cursach. La regidora a aullidos ha atravesado la peligrosa frontera de la credulidad, aparte de publicitar una conferencia a la que no asistió. En fin, lo mejor de la sangría de la Biblia explicada a los niños fue el respetuoso y efectivo dispositivo de la Policía Local.

Reflexión dominical feriada: «El torturismo es el turismo visto desde la perspectiva de sus víctimas».

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