Así funcionarán los tres satélites de la misión espacial LISA en la que participa la UIB

El primer observatorio espacial de ondas gravitacionales dará información sobre el origen del universo

Se prevé que se ponga en órbita en torno al año 2037

Así funcionarán los tres satélites de la misión espacial LISA en la que participa la UIB

UIB

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

La Universitat de les Illes Balears (UIB) está de enhorabuena, ya que la Agencia Espacial Europea (ESA) dio este jueves por la tarde luz verde a la misión espacial LISA, en la que el grupo de investigación GRAVITY, capitaneado por la catedrática de Física Teórica, Alicia Sintes, trabaja con una importante representación.

Esto significa que la misión espacial ha superado con éxito la fase de estudio y ahora avanza hacia la fase de construcción del primer observatorio de ondas gravitacionales del espacio. La previsión es que esta antena espacial se ponga en órbita en torno al año 2037.

¿Cómo funcionará?

Según ha explicado Sintes durante la presentación del avance y ha destacado la UIB en nota de prensa, la decisión del Comité de Programa Científico de la ESA significa que LISA "ha superado una revisión importante con muy buena nota" y ahora el Comité de Programa Científico de la agencia espacial ha confirmado que la misión eslo suficientemente madura y que el desarrollo de la misma puede proseguir según lo planteado, es decir, que se pasará a la fase de implementación.

Ahora podrá llevarse a cabo la construcción de los instrumentos y los tres satélites que seguirán la Tierra en su órbita alrededor del Sol, formando un triángulo quilátero en el espacio.

Cada lado del triángulo tendrá 2,5 millones de kilómetros de largo (más de seis veces la distancia entre la Tierra y la Luna), y las tres naves intercambiarán rayos láser a través de esta distancia.

Así funcionarán los satélites de la misión esoacial LISA.

Así funcionarán los satélites de la misión esoacial LISA. / UIB

Según Sintes, estos satélites tardarán entorno a un año en llegar a su posición final desde que salgan de la Tierra. Está previsto que la misión, que estará lista para el 2037, tenga una duración de unos cinco años.

Según ha explicado la catedrática de Física Teórica, estos satélites albergan masas de prueba (dos cada uno) "de un tamaño algo inferior a los cubos de Rubik", están hechas de oro y platino y lo que hacen los satélites es seguir estas masas de cerca, "que se mueven entre ellas debido a la interacción con las ondas gravitacionales" y que hacen que así cambien de posición.

De esta forma se podrá lograr conseguir una cantidad injente de información que permitira "hacer astronomía en ondas gravitacionales de alta precisión" y ayudar a "dar respuesta a muchos problemas tanto de la Física Fundamental, como de la Cosmología o la Astronomía". Además -ha añadido- "podremos entender cuáles son las leyes fundamentales que rigen el universo y cómo incluso se ha formado este". "Con LISA podríamos llegar a estudiar los instantes justo posteriores del big-bang", ha matizado.