Baleares extiende la prohibición de los móviles: también habrá un plan contra la adicción a las pantallas

El conseller de Educación, Antoni Vera, anuncia nuevas medidas que incluyen formaciones para padres y profesores sobre el uso excesivo de los dispositivos tecnológicos

La medida se retrasará hasta el año que viene, aunque en un principio se anunció para este curso

Baleares tendrá, al igual que otras regiones como Madrid, un plan contra la adicción a las pantallas digitales en los niños. Se incorporará a la normativa de la prohibición de los teléfonos móviles en las aulas, que la conselleria de Educación anunció hace dos semanas y que estos días está presentando a los distintos sectores implicados.

Según ha explicado esta mañana el conseller del ramo, Antoni Vera, el plan incluirá medidas tanto para prevenir la adicción del alumnado a las pantallas digitales como para que familias y profesores sepan cómo actuar frente a ciertas situaciones.

El responsable de Educación ha presentado esta mañana en la mesa sectorial de la enseñanza pública el borrador de la normativa que prohíbe los móviles en las aulas. En el encuentro, los representantes de Inspección Educativa han asegurado que las pantallas, ya sean de dispositivos móviles, relojes inteligentes u ordenadores, "crean muchas tensiones en los centros educativos". El problema, ha destacado Vera, "traspasa las barreras de la escuela y llega hasta ámbitos familiares y sociales".

Por este motivo, ha subrayado, la Conselleria trabajará con la dirección general de Atención a la Diversidad y Primera Infancia para desarrollar la normativa. Para Vera, es esencial incluir una formación para padres y otra para el profesorado, además de un plan específico para que la Administración intervenga en casos de "adolescentes con adicciones excesivas a las pantallas".

En cualquier caso, ha matizado Vera, serían medidas "preventivas" para enseñar a los niños el uso correcto de los dispositivos móviles. Igualmente, el conseller ha recordado que próximamente se celebrará una comisión en el Parlament balear sobre este asunto, y su intención es aplicar en la Conselleria las conclusiones que se extraigan.

Sobre el punto del borrador que prevé que los docentes podrán visualizar el contenido del móvil en caso de que la integridad de algún niño esté en riesgo, Vera ha aclarado que se modificará o "probablemente" se eliminará para que no haya ningún problema legal.

Además, a raíz de las quejas de algunos docentes, el responsable de Educación ha considerado que la prohibición de los móviles "no injiere en la libertad de cátedra" de los docentes. "La gran mayoría de comunidades autónomas lo está regulando, el Ministerio lo pidió y el Consell Escolar del Estado también. Baleares no puede quedar atrás", ha sentenciado.

La prohibición se retrasa hasta el año que viene

Por otro lado, el conseller ha admitido que la prohibición de los móviles en las aulas se retrasará hasta el año que viene, aunque en un principio se anunció para este curso: "Queremos consensuar el documento al máximo, que todo el mundo esté de acuerdo y se sienta representado".

Probablemente, ha asegurado Vera, la normativa se trasladará en un decreto o una orden, en lugar de unas instrucciones, por lo que el plazo para elaborarla será más larga. El documento que se está presentando estos días en las mesas sectoriales es un borrador que se irá modificando con las aportaciones de los distintos sectores, pero la filosofía siempre será la misma: el uso del móvil estará prohibido en Primaria, mientras que en Secundaria se contemplarán algunas excepciones por cuestiones pedagógicas o didácticas.

Descontento de los sindicatos

Los sindicatos, sin embargo, se han mostrado en general poco satisfechos con la normativa. Han pedido que el documento final sea más claro y que no descargue la responsabilidad de la regulación de los móviles en los docentes.

El representante del STEI Vicent García ha reclamado directamente retirar el borrador para rehacer la propuesta de nuevo, argumentando que la que ha presentado la Conselleria tiene «muchas carencias», además de que no va acompañada por una memoria económica y «no garantiza seguridad jurídica» a los profesionales.

El presidente de ANPE, Víctor Villatoro, también ha considerado que el borrador tiene carencias y se ha mostrado en contra de que se prohíba el uso de móviles también a los profesores, ya que lo emplean con fines educativos como coordinar actividades, fichar o comunicarse entre ellos. El responsable también ha recordado, respecto al punto que permitiría visualizar el contenido de los teléfonos, que podría estar vulnerándose el derecho a la intimidad de los menores.

Por su parte, el representante de UOB Ensenyament, Bernat Rosselló, pidió al Govern que dé directrices «claras» y «valientes», que no se ampare en la libertad de autonomía de los centros y que «prohíba» directamente los móviles, no «limitarlos», como dice el borrador.

Por último, el secretario de UGT-Ensenyament, Tino Davia, también criticó que la normativa descargue la responsabilidad en los docentes. Más allá de eso, la ve «positiva» puesto que «pone un hilo a la aguja de un problema real» que supone «uno de los mayores focos de conflicto» en los centros.