Los taxistas de Mallorca se niegan a 'comerse' las 300 VTC de Ibiza

El presidente de la Federación Independiente del Taxi de Baleares culpa al Consell de Ibiza por "irresponsable" al haber sido "laxo" en la concesión de permisos

El pasado año hubo 3.000 solicitudes en Mallorca y 7.000 en Ibiza porque seaben que hay "más permisividad"

Eugenio Rodríguez Martos

Los taxistas de Mallorca están en pie de guerra en contra de la intención del PP y Vox de permitir, transitoriamente, durante cuatro años, que las licencias de Vehículo de Transporte con Conductor (VTC) autorizadas en Ibiza puedan operar en el resto de islas de la Comunitat Autònoma. La proposición de ley para regular el sector del taxi y las VTC que se tramita en el Parlament prevé que las VTC autorizadas en cada isla sólo puedan operar en ésta, pero, a su vez, concede un periodo de cuatro años para que puedan seguir moviéndose libremente y trabajando por todo el archipiélago.

Gabriel Moragues, presidente de la Federación Independiente de Taxi de Balears, en la que se integra la Federación Insular del Taxi de la isla de Ibiza (Fitie), advierte de que el sector de Mallorca no está dispuesto a ‘comerse’ las licencias dadas de forma «laxa» por el Consell de Ibiza porque, en su momento, «no vigiló el cumplimiento de los requisitos» que marca la normativa.

Moragues recuerda, en este sentido, que, después de que por mandato judicial, el Consell de Ibiza se viera obligado a tramitar, en el pasado mandato, algo más de 500 solicitudes de VTC que excedían el cupo aprobado por la Comunitat Autònoma en 2014, concedió «muchas licencias de forma incorrecta». Por ejemplo, cita las 50 primeras autorizaciones concedidas por el Consell a Ares Capital, que son las que ahora explota la plataforma Uber en Mallorca. «Nunca tuvieron un coche en Ibiza para operarlas. Para obtener la licencia, se presentaron vehículos de Ok Rent a Car que al cabo de dos meses se habían vendido a particulares. Barbaridades», subraya.

En cambio, resalta Moragues, en Mallorca (en este caso el Govern, que es el que ostenta, en lugar del Consell, la competencia de transporte público) se fue «muy riguroso» en el cumplimiento de la normativa, lo que provocó, según cita modo de ejemplo, que 260 licencias fueran denegadas, con el aval posterior de los tribunales, por no cumplir con la obligación de disponer de un seguro de empresa de responsabilidad civil, al margen del vehículo. «La inmensa mayoría de los casos de Ibiza incumplían el requisito del seguro», subraya.

Pendientes de los juzgados

La Federación Independiente del Taxi de Balears recurrió en los juzgados todas las autorizaciones dadas por el Consell, aunque aún no ha habido ninguna resolución. «Tenemos grandes esperanzas de que muchas de ellas sean anuladas. Lo que no sabemos es cuánto tiempo pasará hasta entonces», indica Moragues.

Del medio millar de solicitudes que, por mandato judicial, el Consell de Ibiza se vio forzado a tramitar, concedió algo más de 300. Estas se suman a las 50 licencias VTC tradicionales que operan en la isla, sin conflicto alguno con los taxis, desde hace años. En el caso de Mallorca, el Govern se vio obligado a conceder 200 licencias de este tipo a la compañía Alsa. La mitad se vendió. Este centenar de VTC son las que operan actualmente en Mallorca, más las 50 procedentes de Ibiza que explota Uber. Moragues apunta que Alsa aún no ha activado las otras cien autorizadas y que, según la información de la que dispone, la compañía pretende explotarlas.

Por ello, Moragues sospecha que las plataforma Cabify y Bolt, que prevén su desembarco en Mallorca, pretenden explotar licencias de Ibiza porque, recalca, «no hay más en Mallorca». «El problema lo ha generado el Consell de Ibiza, que ha sido irresponsable», subraya. Así, Moragues culpa directamente al anterior conseller de Movilidad de Ibiza, Javier Torres, de Ciudadanos, porque «premeditadamente su estrategia era crear esta situación». «No nos da la gana aceptarlo cuando Mallorca sí veló por el cumplimiento de los requisitos que marca la normativa», insiste Moragues, que apunta, además, que ya advirtió de ello, aunque infructuosamente, al presidente del Consell, Vicent Marí. «Estaba avisado de que esto traería muchos problemas a la larga», recuerda.

7.000 peticiones en Ibiza

 3.000 solicitudes de VTC en Mallorca
No tiene ni pies ni cabeza

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