Una de los cientos de afectados por el cierre de Ideal en Mallorca: «Nos han dejado tirados con tratamientos a medias y sin respuesta»

Más de 500 afectados en Almería; decenas de damnificados en Huelva; 600 puestos de trabajo en el aire; y varios cientos de perjudicados en Mallorca. Este es el balance provisional -y parcial- que ha dejado el cierre de los centros de belleza y depilación láser Ideal tras el anuncio del grupo dueño de la cadena del cese total de su actividad. 

En un comunicado emitido por la propia empresa, y que puede encontrarse en su página web, justifican el cierre «debido a la situación económica» que llevan «arrastrando desde la pandemia». En el mismo, confirman el cierre de todos sus centros y aseguran que se encuentran «en proceso de negociación para la redirección de los clientes con tratamientos pendientes». 

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Sin embargo, este supuesto proceso, a pesar de haber transcurrido ya más de dos semanas, no ha sucedido. Anabel Lomas es una de los cientos de afectados que ha dejado el cierre de la cadena en la isla. En 2021 inició un tratamiento de depilación láser en una sucursal de la clínica ubicada en un centro comercial cercano al Coll d'en Rabassa. Contrató un total de 12 sesiones las cuales abonó a través de un sistema de financiación proporcionado por el propio centro y que terminó de pagar en septiembre de 2023. Al adherirse al tratamiento, se le entregó un documento de garantía que establecía que si pasados dos años no se había eliminado el 90% del vello, se proporcionaría un año más de sesiones con tal de terminar el tratamiento. 

En el caso de Lomas, al realizarse el tratamiento láser, durante los meses comprendidos entre abril y octubre no pudo realizar las sesiones debido a que en estos casos la piel depilada no podrá estar expuesta al sol. Debido a este condicionante, además de varios contratiempos y cancelaciones de sesiones a lo largo de estos últimos dos años, únicamente pudo realizar 5 de las 12 sesiones que había contratado, habiendo finalizado el pago de las mismas hace cinco meses. 

«Me enteré del cierre a través de las redes sociales», explica, asegurando que la empresa les «ha dejado tirados». Al tener constancia de la noticia, trató de ponerse en contacto con la clínica -sin éxito-, y cuenta que algunos clientes llegaron a ir a la clínica a realizar sus sesiones y se la encontraron cerrada. «A varias personas que no habían terminado el tratamiento se les ha cobrado la mensualidad», relata. Todos los centros cerraron sin previo aviso ni comunicación alguna con sus clientes.  

Lomas recurrió a la Dirección General de Consumo, la cual le indicó que el primer paso que debían dar era enviar un burofax al centro para dejar constancia del contacto. En caso de no recibir respuesta en un plazo de dos meses, Consumo pondrá en marcha los trámites pertinentes. 

Por otro lado, también se puso en contacto con la financiera, la cual explicó que no podía suspender los cobros a los damnificados ya que existe la posibilidad de terminar recibiendo un recargo por parte de la entidad bancaria. 

A día de hoy, Consubal está agrupando a todos los afectados y el lunes ofrecerá una reunión «donde se informará de los derechos de los afectados y cómo reclamarlos».

 Lomas asegura no saber «qué pasará», y sentencia lamentando la situación a la que se ha visto abocada: «Espero que las cosas se solucionen pronto». 

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