Córdoba no dimite y exige la salida de dos de sus vicepresidentes por intentar "un asalto al poder"

Los dos partidos de la coalición Sa Unió estudian los pasos a seguir y no descartan una moción de censura

Óscar Portas esta mañana en Formentera

Óscar Portas esta mañana en Formentera / CC

Carmelo Convalia / Fernando de Lama

A falta de la rueda de prensa prevista por el presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, para explicar su decisión definitiva sobre su futuro una cosa ya ha quedado clara: no tiene ninguna intención de dimitir.

De hecho, según ha explicado el portavoz de Sa Unió, Óscar Portas, Córdoba ha dado un plazo de una hora a dos de sus vicepresidentes, José Manuel Alcaraz y Verónica Castelló, para que presenten su dimisión porque considera que lo que han intentado es "un asalto al poder". Si no dimiten, él mismo les destituirá: "Ha intentado justificar sus actos ante la oposición, no ha negado lo que ha salido en prensa y no quiere dar marcha atrás ni dimitir. Está embarrancado en el Consell".

"Este señor va a la deriva y a partir de aquí intentaremos sentarnos con los grupos de la oposición para ver si podemos dar un poco de estabilidad y dignidad a la situación del Consell de Formentera", ha asegurado Portas. El portavoz considera que sería ""irresponsable" la dimisión en bloque de todo el equipo de gobierno, porque empeoraría la situación y no ha descartado presentar una moción de censura, aunque tienen que valorar "los distintos escenarios", que es lo más "inminente y necesario"

De momento, lo que ha trascendido es lo que han contado los portavoces de los diferentes partidos al salir de la reunión a la que Córdoba les había convocado a las 12.30 horas.

La oposición

La primera en hablar ha sido la portavoz de Gent per Formentera (GxF) y expresidenta del Consell, Alejandra Ferrer: "Toda la oposición y todo el pueblo de Formentera está asistiendo desde hace semanas a un escenario muy complicado y casi diría surrealista. Desde la oposción pedimos desde el primer momento que, para acusaciones tan graves como las que se hacían en contra el presidente y acusaciones como las que está haciendo ahora mismo el presidente contra su propio equipo de gobierno, queríamos tener pruebas". Y ha añadido: "Hoy nos hemos encontrado todo el equipo de gobierno y la oposición. El presidente nos ha dado sus explicaciones, no ha intervenido nadie más en esta reunión y ahora nosotros lo que pensamos es que tenemos que tomarnos nuestro tiempo para analizar todo lo que hemos escuchado; lo que podemos decir es que habrá declaraciones por parte del presidente sobre lo que cree que debe pasar de cara al futuro", ha señalado Ferrer.

Ferrer y el portavoz del PSOE, Rafael Ramírez, no han querido aventurar nada sobre la postura de Córdoba ni tampoco pedir su dimisión. Ramírez ha asegurado que, al tratarse de una decisión personal, debe ser el propio presidente el que la explique. Lo que sí que ha aclarado es que no ha pedido el apoyo de las dos fuerzas de izquierda para aprobar el presupuesto de la institución: "Aún están enrocados y deben ser ellos los que den explicaciones", ha zanjado Ramírez, que ha dicho que Córdoba se ha limitado a relatar los hechos y que no se ha ofrecido ninguna prueba.

Que la intención de Córdoba no era dimitir ha quedado claro desde primera hora de la mañana, cuando Córdoba, apoyado por dos diputados de Més per Menorca, ha solicitado un cambio de ubicación en el Parlament balear, donde es diputado autonómico. Para este martes se ha convocado una Junta de Portavoces urgente antes del pleno de la Cámara autonómica para debatir si Córdoba ocupa el escaño 31, es decir, pasa de los bancos situados junto al grupo del PP a irse al otro lado de la Cámara, evidenciando también de forma física la distancia que le separa de sus antiguos compañeros populares.