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Juan Carlos de Carlos, coordinador autonómico de pediatría: «Quien haya visto una bronquiolitis grave no tendrá dudas en inmunizar a su bebé»

«Probablemente pronto vacunaremos a las embarazadas para proteger al recién nacido en sus primeros meses porque sus madres le pasarán anticuerpos»

«Los niños también presentan resistencias a los antibióticos, por eso estamos reduciendo al máximo su uso»

«Pediatras de Primaria podrán dar soporte a la atención hospitalaria»

Juan Carlos de Carlos: "Tenemos una escasez de profesionales de Pediatría a todos los niveles"

Manu Mielniezuk

I. Olaizola

I. Olaizola

Acaba de ser nombrado coordinador pediátrico de esta comunidad, ¿cuál va a ser su objetivo prioritario en esta labor?

Pues un poco lo que marca el cargo, coordinar la asistencia pediátrica en nuestra comunidad, coordinar la asistencia hospitalaria del hospital de referencia y los hospitales comarcales con la Atención Primaria. Tenemos una escasez de profesionales a todos los niveles y hay que intentar aprovecharlos de la mejor manera posible y que todos hagamos lo mismo de forma coordinada.

Bien, pero ¿qué va a hacer para mejorar la atención?

Primero tomaré el pulso a la realidad, conocer de forma pormenorizada cuál es la realidad de Atención Primaria, los recursos y los profesionales disponibles, cómo organizamos esta atención, conocer todos los dispositivos hospitalarios e intentar hacer una asistencia transversal. Estamos muy acostumbrados a asistencias verticales y creo que hay que ir más a una atención centrada en el paciente, en la familia, y eso significa coordinarse más, compartir profesionales.

Póngame un ejemplo de esta atención más transversal que quiere establecer.

Que pediatras de los hospitales con más recursos se desplacen a otros hospitales que tienen problemas para cubrir la demanda de sus pacientes. También estamos hablando de que pediatras de atención hospitalaria puedan pasar consulta en los centros de salud o viceversa, que especialistas de Atención Primaria puedan dar soporte también a la atención hospitalaria. Compartir más recursos y protocolizar un poco la asistencia desde que el paciente entra hasta que sale del sistema con un objetivo común: todos tenemos que saber lo que tenemos que hacer y qué van a hacer los demás.

La transferencia de pediatras entre hospitales ya se ha hecho, no es una novedad. Si lo sería que profesionales de Primaria fueran a los hospitales... APapIB, la asociación que los representa en Balears ha denunciado que uno de cada dos niños que son atendidos en los centros de salud lo son por médicos que carecen de la especialidad. ¿Cómo piensa revertir esta carencia?

Esta carencia no la podemos revertir de manera inmediata porque tenemos el 50% de plazas ocupadas por médicos que no son pediatras y no se forman suficientes especialistas, no podemos cambiarlo de manera inmediata. Podemos intentar atraer a más profesionales de fuera de nuestra comunidad autónoma haciendo contratos más atractivos, podemos intentar fidelizarlos de manera que una vez captados no se vayan y, como he dicho antes, compartir recursos. Que haya equipos con médicos de familia y con pediatras que puedan mejorar la atención en lugar de equipos muy dispersos.

¿Ha conseguido algún tipo de «crédito» por parte del Servei de Salut para atraer a las islas a más especialistas en la atención a los niños?

Creo que ahora se están ofreciendo contratos de mucha mayor duración, ha disminuido mucho la temporalidad de los mismos. Se ofrecen contratos más atractivos lo que ocurre es que ahora los pediatras tienen muchas más opciones donde escoger. Aquí, fuera, en la pública, en la privada, en el extranjero...

¿Cuántos pediatras calcula que faltan en Primaria?

Unos setenta y tantos para cubrir todas las plazas que no están cubiertas por pediatras.

¿Y en atención especializada?

Faltan fundamentalmente en los hospitales comarcales. Y estamos hablando de unos veinte profesionales para cubrir de una forma total la demanda actual. Pero mientras no podamos hacerlo debemos buscar fórmulas de reorganización.

¿Cuáles son las enfermedades más habituales en la infancia, las que más le preocupan en estos momentos?

A todos nos preocupan los problemas relacionados con la salud mental y con las nuevas tecnologías. Aunque es algo que hay que abordar de forma multidisciplinar. No solo depende de Salud, depende de toda la sociedad. También tenemos el problema de la obesidad, muy ligada a la falta de ejercicio físico, las pantallas y las nuevas tecnologías. Creo que uno de los problemas más importantes que tenemos en estos momentos con la infancia y la adolescencia.

¿Ha diseñado algún plan coordinado con la dirección general de Salud Mental?

En ello estamos, intentando coordinar todos los servicios sanitarios y no sanitarios porque también han de participar Educación, Servicios Sociales... Porque recursos hay muchos pero están dispersos por las distintas administraciones y hay que conseguir que todos ellos den una respuesta más global a lo que en estos momentos es la gran epidemia que tenemos en nuestra sociedad occidental.

¿Hay suficientes psicólogos para atender los trastornos mentales infantojuveniles?

Debería haber más pero, bueno, tenemos los que tenemos y por eso hay que aunar esfuerzos y tener claro el esquema de actuación cuando se detecta algún problema. Y no utilizar solo recursos sanitarios sino los muchos otros a los que podemos recurrir.

Procede de Son Espases, ¿no cree que había que potenciar el Instituto Balear para la Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia (IBSMIA)?

Sí, por supuesto, pero habría que integrarlo dentro de toda la asistencia en salud mental.

Habida cuenta de que una cita con el psicólogo en la pública se dilata mucho, ¿qué acciones recomendaría a las familias para rebajar los trastornos psicológicos de sus hijos?

Hay cosas básicas que pueden hacer las familias: limitar y controlar el uso de las pantallas. Hablar con ellos para intentar comprender sus problemas. En muchas ocasiones esta tecnología no está al alcance de los progenitores, no están en el mundo digital con sus hijos y tenemos que acercarnos a él. Y detectar pronto cualquier cambio en sus comportamientos, en su rendimiento escolar. Y hay que intentar encauzar estos problemas antes de que se conviertan en un problema de salud mental.

¿Cuáles son los problemas de salud «física» más habituales en la infancia?

Tenemos un sistema sanitario muy bueno. Mejorable como todo, pero muy bueno. Y la verdad que los principales problemas de salud de los niños los tenemos controlados. Y aparte de los trastornos mentales, la obesidad y la mala alimentación no hay ningún problema de salud globalmente preocupante en la población infantil. Pero sí que hay que mejorar algunos aspectos. Por ejemplo, con los lactantes hemos tenido la enorme suerte de poder dosificarles este año un anticuerpo monoclonal que puede evitarles las bronquiolitis, que para los menores de seis meses es el motivo más frecuente de ingreso en los hospitales y en una UCI. Con la inmunización no solo vamos a resolver el problema de los ingresos sino que también evitaremos la inflamación de las vías respiratorias que tiene otras consecuencias a lo largo de su vida.

¿Cuáles?

Más riesgo de asma, de hiperactividad bronquial. El uso de los lactantes del nirsevimab (el fármaco monoclonal) es algo que va a cambiar las bronquiolitis.

¿Va a provocar un antes y un después en su tratamiento?

Efectivamente. Y probablemente pronto tendremos una vacunación en las embarazadas con la que podremos proteger al recién nacido en los primeros meses porque sus madres le pasarán anticuerpos. En este sentido hay que llamar a la población para que les pongan este anticuerpo que es muy seguro, muy eficaz en todos los lactantes menores de seis meses. Cualquier padre que haya vivido una bronquiolitis no creo que no piense en inmunizar a su hijo o a su sobrino. Alguien que haya visto a un lactante con una bronquiolitis grave no tendrá ninguna duda en inmunizarlo. Queremos trasmitir desde Pediatría que se inmunice a los niños para evitar fácilmente esas situaciones graves como hemos evitado otras muchas infecciones graves gracias a la vacunación.

Ha sido una lástima que, teniendo el fármaco, haya llegado tan tarde a Balears. ¿En qué manera ha perjudicado a los niños de las islas que esta comunidad haya sido la última en inmunizarlos, prácticamente a comienzos de esta semana?

Está claro que es mejor inmunizar antes de que empiece la circulación del virus. Cuando hay una enfermedad epidémica es mejor inmunizar antes de llegue, como pasa con la gripe. Es verdad que en nuestra comunidad autónoma el pico de las infecciones se produce a finales de noviembre, diciembre y enero, con aproximadamente un mes de retraso. Pero ahora nos tenemos que centrar en la inmunización y llegar a un porcentaje masivo que proteja a los niños que no han tenido contacto con el virus.

Este año también se va a vacunar contra la gripe a los niños de entre 6 meses y 5 años...

Sí. Y hay que hacerlo. A veces tenemos la idea de que la gripe es una infección benigna y eso es lo que ocurre con la mayoría de los niños y los adultos. Pero en los niños menores de cinco años la gripe tiene una incidencia de gravedad parecida a la que tienen los adultos mayores de 65 años. Por esa inmadurez inmunológica, por esas vías respiratorias más fácilmente inflamables. Por eso es una noticia estupenda que esta temporada se les vaya a vacunar y hay que fomentarlo. Y máxime cuando se puede dispensar de forma intranasal desde los 24 meses hasta los 5 años. La mayoría de niños que ingresan en el hospital o en la UCI por gripe son niños sanos, no tienen una enfermedad de base.

¿Cuántos niños fallecen al año en esta comunidad por bronquiolitis?

Afortunadamente, los fallecimientos son algo excepcional. Normalmente no tenemos muertes. Sí tenemos niños que están muy mal y que quedan con las secuelas que he comentado. Podemos decir que en esta comunidad se produce un fallecimiento por bronquiolitis cada cinco años.

El doctor Juan Carlos de Carlos (Salamanca, 1961), en un momento de la entrevista.

El doctor Juan Carlos de Carlos (Salamanca, 1961), en un momento de la entrevista. / Manu Mielniezuk

¿Y de gripe?

Podemos estar hablando de una cifra similar. Aunque hay menos niños que ingresan en la UCI por gripe que por bronquiolitis.

¿También deja la gripe secuelas en los menores?

Sí y además la gripe puede producir otros problemas aparte de los respiratorios como los neurológicos.

¿Hay también resistencia a los antibióticos entre la población infantil?

Cada vez más. En pediatría pasa lo mismo que con los adultos aunque en menor medida porque usamos menos los antibióticos de amplio espectro. Tenemos muchos antibióticos pero las bacterias se hacen resistentes a ellos. Por eso intentamos reducir al máximo su uso.

¿Cómo está la asistencia oncológica pediátrica?

Se ha centralizado y está dando respuesta a los problemas que tenemos en esta comunidad. Los tratamientos que no pueden recibir aquí, que son excepcionales, los recibirán en otro sitio.

¿Cuáles son?

Algún paciente que tiene una infección resistente en la que se están probando nuevos medicamentos y se han concentrado los casos en un centro de referencia. Pero hablamos de una minoría. En la mayoría de los pacientes se utilizan los tratamientos estándar que se pueden dar perfectamente aquí.

¿Es mayor la supervivencia de un niño a un cáncer?

Depende del tipo de cáncer, pero globalmente la supervivencia es mayor en los cánceres infantiles. Los más habituales, las leucemias y los linfomas, tienen un pronóstico de supervivencia muy alta.

¿Con qué objetivos alcanzados dejaría feliz esta coordinación?

Con unos porcentajes de vacunación del 95%, que pudiéramos resolver de forma coordinada la falta de profesionales y que cambiáramos radicalmente lo que estamos haciendo con las nuevas tecnologías y la salud mental. Es el problema que más nos preocupa y estamos dando tecnología sin control desde la más tierna infancia a los niños. Y esto lo tenemos que cambiar.

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