El 55% de los mallorquines que terminan las terapias grupales siguen sin fumar un año después

Este ejercicio, en el que ya han concluido 29 grupos con un total de 520 pacientes, se espera acabar con hasta doce más, hasta los 41, y batir todos los récords incluso de la prepandemia

Imagen de familia de todos los responsables antitabaco de los centros de salud de Mallorca.

Imagen de familia de todos los responsables antitabaco de los centros de salud de Mallorca. / Servei de Salut

I. Olaizola

I. Olaizola

El 55% de los pacientes que terminan las terapias grupales organizadas en los centros de salud de Mallorca para dejar de fumar siguen sin hacerlo al año de haber acabado la intervención, revela Elena García, coordinadora de Enfermería del sector Migjorn en la Gerencia de Atención Primaria (GAP) de Mallorca que engloba a 14 centros de salud.

Este año, con cifras cerradas de octubre, ya se han realizado un total de 29 grupos, los mismos del primer año completo prepandémico (2019), con 520 pacientes inscritos, cifra que también supera el registro de ese ejercicio. Y Elena García revela que en estos momentos hay otras siete terapias en marcha y una previsión de que cinco más se inicien antes de que concluya el año por lo que todo hace prever que se pulverizarán las cifras anteriores.

Estos grupos se conforman con entre 15 y 20 personas como máximo. «Es verdad que siempre tienes que concertar a más porque siempre falla gente», admite.

Es un protocolo de seis sesiones semanales de entre hora y media y dos de duración que están estructuradas para trabajar con los pacientes la parte conductual de su hábito. «Luego también hay un tiempo en cada una de las sesiones dedicado a que cada participante cuente su experiencia, qué alternativas está adoptando para reducir su consumo, qué hacen para reducir el síndrome de abstinencia...Eso es lo que enriquece al grupo, lo que le da valor», subraya la coordinadora.

Si el equipo que está llevando a ese grupo o los integrantes del mismo piensan que se debe hacer una reunión más, se añade alguna de refuerzo a los quince días de haber terminado la terapia grupal, añade.

Las sesiones se complementan con apoyo farmacológico financiado por la Seguridad Social. Hoy en día, explica la coordinadora de Enfermería, se ofrecen tres fármacos gratuitos y chicles y parches de nicotina que corren a cuenta de las personas que quieren dejar el hábito.

Evolución de las terapias para dejar el tabaco

Evolución de las terapias para dejar el tabaco / Fuente: Gerencia de Atención Primaria (GAP) de Mallorca

«Esta el fármaco zyntabac, con el buprobión cómo principio activo, y luego esta la citisina que es el principio activo de otros dos fármacos comercializados como todacitan y recigarum», detalla revelando que la vareniclina, comercializada como champix, dejó de fabricarse por su nivel de nitrosaminas superior al recomendable.

«Entre la cuarta y quinta sesión, con o sin fármacos, los participantes en estas sesiones grupales suelen dejar de fumar. En las dos últimas sesiones nos seguimos viendo para controlar el 'mono' de los pacientes que ya no fuman», detalla.

En octubre de este año hicieron un corte en el que comprobaron que ya llevaban 29 grupos completados con un total de 520 pacientes. «Y ahora mismo (a principios de este mes de noviembre) tengo a siete centros de salud con grupos en marcha y otros cinco que lo empiezan antes de finalizar el año, con lo que llegaremos a realizar hasta 41 terapias grupales», se congratula.

Este cifra batiría todos los récords de, por lo menos, los últimos diez años. «De los años de prepandemia, seguro», resalta Elena García recordando que los datos de 2019, los mejores de los últimos cuatro años, hablan de un total de 29 grupos con 471 fumadores convocados.

La estadística recogida hasta el momento pone de manifiesto que del número de pacientes que finalizan el tratamiento -los que abandonan tras las primeras sesiones son «buscados» por los terapeutas e instados a continuar-, un 70% han conseguido dejar de fumar.

Recaídas

Lo que ocurre es que se hace un seguimiento hasta el año después de ese «éxito inicial» para comprobar que siguen sin fumar transcurridos esos 12 meses. «Es una adicción que provoca recaídas sobre todo en el primer año por situaciones como por ejemplo una cena de Navidad de la empresa. Y comprobamos que en torno a un 55% continúan sin fumar», revela.

Desde los centros de salud también se ofrecen distintas actividades informativas y de prevención del tabaquismo dirigidas a la población en general y también a la comunidad educativa.

Entre éstas destacan las paradas de información y asesoramiento sobre los efectos nocivos del tabaco que se montan en los centros de salud, en las escuelas, en los mercados y en los centros sociales en los que se ofrecen consejos para dejar de fumar, se entrega información o se realizan carboximetrías para medir el contenido de monóxido de carbono en el aire expirado de las personas interesadas.

Asimismo, se organizan talleres de información sobre el tabaquismo en los centros educativos para sensibilizar en edades tempranas sobre lo perjudicial que resulta consumir tabaco sin olvidar las actividades organizadas durante la Semana sin Humo o el Día Mundial contra el Tabaco.

Recientemente se reunieron todos los sanitarios que actúan como referentes en la lucha contra el tabaquismo en los 46 centros de salud de Mallorca, como muestra la imagen que ilustra esta información, un grupo en el que se intentan que participen al menos dos profesionales por centro, un facultativo y una enfermera.

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