La comunidad educativa se rebela contra Marga Prohens: «Nos sentimos engañados»

Las entidades sociales y culturales acusan a la presidenta del Govern de tener «un acuerdo oculto» que no se ha consensuado con ellos: «Defenderemos el modelo que tenemos desde hace 25 años porque no había ningún conflicto lingüístico»

Guillem Porcel

Guillem Porcel

La comunidad educativa comenzaba el día con la satisfacción de una reunión programada en el Consolat de Mar con la presidenta del Govern y el conseller de Educación para hablar sobre el plan lingüístico, aunque todo se truncó al conocer que el pacto entre PP y Vox ya estaba cerrado desde la noche anterior y, por tanto, las entidades sociales y culturales solo iban a ser informadas de lo acordado: «Nos sentimos engañados y decepcionados».

La portavoz de las entidades, Catalina Bibiloni, explicó que habían pedido una reunión de urgencia con la presidenta del Govern para trasladarle su postura respecto al consenso lingüístico que existe dentro de los centros educativos, pero todo se truncó al conocer que el acuerdo entre PP y Vox ya había sido cerrado y bendecido: «Hemos sido citados a las 11:30 horas pero ha habido acontecimientos a lo largo de la mañana que nos dejan entrever que hay un acuerdo oculto entre un grupúsculo de entidades que no representan a la comunidad educativa ―en referencia a la plataforma Escuela de Todos, conformada por los grupos ‘pro-español’ PLIS y Societat Civil Balear (SCB)― y del que no tenemos conocimiento».

Además el conseller de Hacienda, Antoni Costa, había registrado a las diez de la mañana un escrito en el Parlament para comparecer ante la Cámara «tan pronto como sea posible» para presentar y debatir el techo de gasto que tumbaron sus socios hace apenas unas semanas: «Hemos pedido previamente que se nos facilitara el acuerdo, pero no nos lo han dado».

Tras estos acontecimientos, los representantes de la comunidad educativa se personaron en el Consolat de Mar para trasladar el Govern que no se iban a reunir con ellos: «A las 12:30 horas el partido de ultraderecha [en referencia a Vox] ha convocado a la prensa para celebrar el acuerdo y nosotros estábamos citados a las 11:30 horas. En una hora no hay margen de negociación de nada».

Antes de plantar tanto a la presidenta como al conseller de Educación, Bibiloni dejó claro que «no daremos ningún paso atrás respecto del modelo lingüístico y educativo que ha funcionado durante 25 años y que era un consenso de toda la comunidad educativa y de todos los partidos políticos» porque, tal y como defendió en varias ocasiones en la rueda de prensa, «no había ningún conflicto lingüístico en los centros».

Justo antes de partir, la guardia pretoriana de Prohens salió a las puertas del Consolat para tratar de convencer a las entidades de que la mejor opción era sentarse para escuchar las explicaciones del Govern y luego, si lo consideraban oportuno, criticar el acuerdo con Vox. La comunidad educativa entendió que esta reunión era una «falta de respeto» porque se había cerrado un pacto sin contar con ellos y Prohens solo quería una fotografía con ellos para legitimar el acuerdo: «Buscaba un conflicto con la comunidad educativa [en referencia a la decisión de no dar respuesta a la propuesta de PSOE y Més de no votar en contra del techo de gasto] y ahora ya lo tiene».

Minutos después del intercambio dialéctico entre el gabinete de la presidenta y los dirigentes de las entidades, la Obra Cultural Balear (OCB) publicaba el siguiente mensaje: «Contra la comunidad educativa y contra la mayoría social de los ciudadanos de les Illes Balears, Marga Prohens rompe el consenso en torno al modelo lingüístico educativo de los últimos 25 años e impone el de una minoría extremista que tiene como único objetivo perseguir a la nuestra lengua».

En el Govern consideran «un error» que las entidades decidieran plantar tanto a la presidenta como al conseller de Educación porque entienden que, antes de ofrecer su valoración del acuerdo con Vox, deberían escuchar las explicaciones de los representantes del Ejecutivo autonómico, que han estado negociando directamente el texto final. Incluso se deslizó la idea de que todos los sindicatos querían «romper» con el Ejecutivo del PP desde las elecciones autonómicas de mayo, sobre todo por los constantes comunicados emitidos por la OCB ―y que firman 34 entidades más― en los que acusaban a los populares de querer «separar a los niños por motivos idiomáticos».

Antoni Vera lamentó la decisión de la comunidad educativa tras explicar los detalles de la propuesta: «Por la mañana ya he hablado con ellos y les he dicho que habíamos llegado a un acuerdo de líneas maestras pactadas entre dos grupos parlamentarios, pero teníamos la reunión para sentarnos, explicárselo y, a partir de estos puntos, desplegar todo a través de todas las mesas de consulta y de negociación. Solo queríamos trasladarles que estuvieran tranquilos porque hemos cumplido todo lo que nos habían pedido».

A pesar del enfado por parte del sector educativo, el Ejecutivo considera que es un medida «equilibrada» que después se consensuará con las mesas sectoriales. «Los acuerdos los celebran los representantes de Balears en el Parlament, luego en las mesas correspondientes se harán las negociaciones que toquen para implantar los acuerdos. Cada uno tiene su papel, la comunidad educativa lo tendrá sin duda pero cuando le toque», expresa el portavoz del Govern, Antoni Costa

En este sentido, se mostró sorprendido por la decisión por parte de los sindicatos de no querer reunirse con la presidenta y el conseller: «No sé de qué pueden estar en contra ni los argumentos de algunos para oponerse a este acuerdo que cumple con la normativa actual. Es que ni siquiera han querido conocer los parámetros, están en contra, ¿pero en contra de qué? No se han sentado a negociar ni conocer los planteamientos».