El colegio Aina Moll iniciará el curso sin poder usar el patio y el acceso principal por obras

Educación confía en que a mediados de octubre pueda estar ya habilitado aunque sea parcialmente

El acceso principal está inhabilitado.

El acceso principal está inhabilitado. / A.M.

Mar Ferragut Rámiz

Mar Ferragut Rámiz

El colegio Aina Moll de Palma iniciará el curso sin poder utilizar el patio ni el acceso principal al no haber concluido las obras de mejora. La previsión de la conselleria de Educación, según ha informado al centro, es que a mediados de octubre o antes, pueda estar habilitado, aunque sea parcialmente.

La previsión de fin de obra era para final de septiembre, pero el IBISEC (el instituto de la Conselleria encargado de construir, ampliar y mejorar las infraestructuras) ha informado a la dirección que se ha prorrogado el plazo hasta mediados de octubre.

Al no tener el acceso principal habilitado (el que da a la conocida como ‘plaza patines’), cuando se inicien las clases todos los alumnos (más de 600) tendrán que entrar por las puertas que hay en las dos calles laterales (Jeroni Antich y Pere Dezcallar i Net), que son mucho más estrechas. Al equipo directivo le preocupa este hecho y, por una cuestión de seguridad, ha solicitado al ayuntamiento de Palma que cuando arranque el curso escolar el próximo día 11 se corte el tráfico en estas dos vías en el momento de entrada al colegio. También ha reclamado presencia policial para evitar accidentes o situaciones complicadas. La asociación de padres también lo ha solicitado a Cort, aunque de momento el consistorio no ha dado respuesta a estas peticiones.

No tener patio implicará perder mucho espacio para el tiempo de recreo (usarán el patio trasero y los laterales) y también para las clases de Educación Física (que se harán en el gimnasio). La opción de usar la ‘plaza patines’ de patio como se hizo durante la pandemia se ha descartado ya que implica una ratio de personal muy elevada (e inasumible) para hacerse cargo de los niños en el exterior, además de otros inconvenientes. Así, tocará «estrecharse» hasta que acaben las obras. Además, personal y alumnos tendrán que convivir con el polvo, que prácticamente obliga a tener las ventanas cerradas.

Estado actual del patio del colegio Aina Moll de Palma. | A.M.

Estado actual del patio del colegio Aina Moll de Palma. / A.M.

El equipo directivo confía en que estas incomodidades duren solo un mes y valoran que en definitiva dentro de poco van a poder tener un patio mucho más agradable para los niños, más «naturalizado», con un pavimento menos abrasivo (antes era asfalto puro), más sombra, zonas de tierra, arena... A pesar del retraso, celebran el planteamiento y el seguimiento hecho por parte del IBISEC, señala la directora, Aina Garcías.

La mejora del patio es una reivindicación histórica de este centro (otra demanda que queda pendiente es la de habilitar la terraza para que pueda usarse como patio también, para aprovechar así todo el espacio disponible). La conselleria de Educación inició el proceso de licitación de las obras de remodelación en noviembre de 2022, con un coste previsto de 188.541 euros.

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