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Efecto Foehn: un fenómeno poco conocido pero habitual en Baleares
En Sóller la noche ha sido de auténtico insomnio con una temperatura mínima rozando los 30ºC y fuertes rachas de viento
Mallorca ha vivido este lunes una noche excepcionalmente calurosa con fuertes rachas de viento. Nos encontramos bajo la influencia de una masa de aire muy cálida con una carga importante de polvo en suspensión procedente del desierto del Sahara.
Durante la noche no se ha bajado de los 27ºC en Palma, 24.8ºC en Manacor y 24.7ºC en Inca, pero la peor parte se la han llevado algunas localidades en la costa norte de la Serra de Tramuntana.
En Sóller la noche ha sido de auténtico insomnio con una temperatura mínima rozando los 30ºC y fuertes rachas de viento que según datos de la AEMET han alcanzado los 102 km/h. Ello obligaba a activar un aviso naranja por viento en toda la Serra de Tramuntana. ¿A qué se deben estos despropósitos térmicos?
Es más habitual de lo que parece, sobre todo en verano. Va asociado a episodios de viento y entradas de aire cálido. Es lo que conocemos como efecto Foehn. Cuando el viento sopla más o menos perpendicular a las montañas, una parte del flujo se ve obligado a remontarlas. Al descender por la ladera contraria, el aire se recalienta y se “deshidrata”. Como resultado, el aire que alcanza los valles, tiene una temperatura superior a la que tenía antes de llegar a la montaña. Esto se debe a que a medida que desciende por la ladera de la montaña, el aire se ve sometido a una mayor presión atmosférica, se comprime y aumenta su temperatura, sin mezclarse con el entorno.
El efecto Foehn se percibe como un aire fuertemente recalentado y seco que baja de las montañas en forma de viento racheado y dispara los termómetros. Cuando ocurre durante la noche, el efecto Foehn produce mucha expectación porque la subida de temperatura puede ser de 10ºC o más, en muy poco tiempo. Es un fenómeno relativamente frecuente a sotavento de la serra de Tramuntana en poblaciones como Banyalbufar, Sóller, Deià o Estellencs.
Es lo que pasó ayer en Sóller: en toda la noche, el termómetro no bajó de los 30ºC y se midieron puntas de hasta 33ºC de madrugada. En otros pueblos el efecto estuvo presente, pero fue menos intenso: Banyalbufar (30.8ºC a las 3 de la mañana), Estellencs y Deià.
Los vientos de levante y sureste inciden de forma perpendicular a la Serra de Tramuntana y junto con la entrada de aire cálido a unos 1500 metros, han potenciado el efecto Foehn. Ayer el viento sopló con intensidad en otros puntos de la isla: hasta 103 km/h en Sa Tudossa (Artà) y 76 km/h en Son Bonet (Palma). En el mar, el temporal produjo olas de 5.6 metros en la boya de Dragonera y 4.8 metros en la boya de Maó (datos de Puertos del Estado).
Todo ello ha ido acompañado de una fuerte carga de polvo en suspensión procedente del desierto del Sahara. El cielo de Baleares luce blanco y la visibilidad ha empeorado de forma considerable. A partir del martes, el polvo en suspensión irá claramente a menos y las temperaturas empezarán a normalizarse. El Foehn remitirá también y dará un respiro a las poblaciones de la costa norte de la serra de Tramuntana.
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