Impulsa Baleares aboga en por una apuesta de desarrollo regional hasta 2027

La entidad la considera prioritaria para reorientar el liderazgo turístico y asegurar el progreso en el archipiélago

Antoni Riera, director técnico de Impulsa Balears. | MANU MIELNIEZUK

Antoni Riera, director técnico de Impulsa Balears. | MANU MIELNIEZUK / m.b.moneo. palma

Myriam B. Moneo

Myriam B. Moneo

El inicio de una nueva legislatura es «un buen momento de para realizar un checkpoint (punto de control) de la región», para posicionar a Baleares en el entorno nacional y europeo, calibrar las capacidades a reforzar para abordar «su rearme competitivo» y proyectar escenarios posibles y deseables, destaca Impulsa Balears. Es hora de fijar nuevos objetivos de progreso y bienestar, y en ese sentido, la entidad que lidera el economista Antoni Riera aboga porque se articule en el archipiélago una apuesta de desarrollo regional entre 2023 y 2027.

En su último informe, Impulsa Balears resalta tres variables que juegan «un rol básico a futuro»: talento, tecnología y territorio. «Pretendemos facilitar a los actores de las islas, públicos y privados, la tarea de leer el contexto actual —marcado por los estragos que causó la pandemia—, interpretar los riesgos y oportunidades globales en clave balear y forjar, en consecuencia, una visión-región compartida que de pie a nuevas estrategias y planes de acción trazados con inteligencia y de manera proactiva». Y añade Riera: «Articular una apuesta de desarrollo regional en el horizonte temporal 2023-2027 es fundamental para forjar nuevas ventajas competitivas, reorientar el liderazgo turístico y asegurar las aspiraciones de progreso y bienestar».

Crecimiento-bienestar

En primer lugar, Riera resalta la necesidad de reequilibrar el binomio crecimiento-bienestar en esta nueva legislatura. En el archipiélago existe «un semáforo en rojo» a la hora de traducir el crecimiento económico favorable en bienestar. Así, se advierte en el análisis de Impulsa, en las dos últimas décadas las islas «han erosionado» progresivamente el diferencial renta per cápita respecto a la media europea. Se ha pasado de mantener una renta, ajustada por la paridad del poder de compra, superior a la media de la UE en 2001 (+22,9 %) a situarla por debajo en 2019 (-2,6 %). Y tras los dos años de pandemia la situación se ha acentuado (-19,8%), de manera que las islas han descendido de la posición 46 de 2001 a la 136 de 233 regiones europeas en 2021.

En las islas existe «un semáforo en rojo» a la hora de traducir el crecimiento económico en bienestar

En segundo lugar, desde Impulsa se considera que se ha de reforzar en el archipiélago el talento, la tecnología y el territorio y a la vez «sofisticar» los procesos empresariales y que desde las administraciones se dé un fuerte impulso a la calidad institucional. En este sentido, se apela a digitalización y la economía circular con inversión empresarial y una reasignación de los fondos Next Generation.

Y en tercer lugar, Impulsa aboga por acelerar el tránsito hacia un sistema turístico circular, en una visión que apunta a «un futuro regenerativo que pone el foco en las personas y la naturaleza».