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Marga Prohens: «No me conocen si creen que me preocupa una nueva marea verde»

Reconoce que la libre elección de lengua no empezará hasta el curso 2024/2025

«Con Martí March y Francina Armengol los docentes se han encontrado ante una pared absoluta»

La presidenta del Govern, Marga Prohens, confiesa que aún no se ha acostumbrado al cargo.

La presidenta del Govern, Marga Prohens, confiesa que aún no se ha acostumbrado al cargo. / Enrique Calvo

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Garantizar la libertad de lengua en la enseñanza supondrá una inversión mayor en profesorado o aulas. Los sindicatos apuntan que puede ser «inviable». ¿Cómo lo llevarán a cabo?

Evidentemente supondrá un mayor coste económico, aunque ahora no le puedo decir cuánto será porque el conseller de Educación, Antoni Vera, hace solo cinco días que está en el cargo. Aunque de cara al curso que viene, con las matrículas ya hechas y se han distribuido las plantillas y grupos escolares, mi preocupación es que comience con total normalidad. Por tanto será a partir del próximo curso. Mi prioridad en estas primeras semanas es la suspensión de las calificaciones de la LOMLOE. Estamos mirando cómo hacerlo efectivo. La libre elección de lengua estaba en nuestro programa y es un derecho de los padres para elegir cómo escolarizan a sus hijos, aunque requiere planificación y escuchar a todo el mundo, algo garantizado con el talante del nuevo conseller. Hacerlo de forma progresiva. Porque escuchar a todos no significa no cumplir con nuestro compromiso. Pondremos más recursos para que el cambio sea progresivo, tranquilo y conseguir más libertad para las familias. Pero evidentemente esto no se puede hacer de un día para otro ni sin recursos económicos y materiales.

¿Le preocupa que pueda haber otra marea verde?

No, porque es una cuestión puramente electoralista de la izquierda. Tengo la sensación de que no me conocen ni conocen el talante de los consellers. Me parece totalmente hipócrita porque la izquierda que ahora parece que se pone del lado de la comunidad educativa ha gobernado la última legislatura defendiendo la LOMLOE cuando todos los sindicatos decían que era una barbaridad y que quita autoridad a los profesores, además de suprimir el criterio pedagógico de los docentes en las aulas. Les han convertido en burócratas y administrativos. Enfrente se han encontrado con una pared absoluta, tanto con el conseller Martí March como con la presidenta.

Se ha reabierto el debate sobre la reforma laboral. Ustedes votaron en contra. ¿Volverían a hacerlo?

Puede tener cosas positivas y negativas, como todo. Las reformas laborales deben llevar a una mejor situación y esta última contiene maquillaje en los fijos discontinuos. Pueden hacer propaganda sobre la creación de más contratos, de subida de sueldos o de pensiones, pero si la inflación está disparada y las familias tienen cada vez más dificultades para llegar a final de mes significa que han fracasado. Por ello toca ayudar a las familias y aprobar una reforma fiscal, además de apretarse el cinturón en la administración pública con menos altos cargos y asesores.

¿Seguirán haciendo política lingüística pese a suprimir la dirección general?

Evidentemente. El Institut d’Estudis Balearics será la entidad responsable de estas cuestiones. El acuerdo con Vox reconoce que aquí tenemos dos lenguas oficiales porque es una riqueza. Nunca me encontrarán utilizando la lengua como arma política. La riqueza del bilingüismo que se vive en la calle y en las familias se tiene que vivir también con total normalidad en todos los ámbitos sociales y de la administración. Sin generar crispación porque la lengua no es patrimonio ni de un partido político ni de una ideología, sino de todos. Aquí tenemos la suerte de poder hablar dos lenguas con libertad.

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