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«Los alumnos deberían ir a clase mañana y tarde para empezar»

Jaume Binimelis Sebastián (Felanitx, 1965) es profesor titular de Geografía Humana de la Universitat. Trabaja en el diagnóstico de los conocimientos geográficos del alumnado, singularmente bajos en Mallorca, fue regidor de Cultura de Felanitx por el PSM en el primer Pacto de Progreso 

Jaume Binimelis Sebastián

Jaume Binimelis Sebastián / B. Ramon

Matías Vallés

Matías Vallés

Para que se haga cargo del tipo de entrevista: «¿Los alumnos de Balears son peores que en otros sitios?»

Es una pregunta muy comprometida. Mis investigaciones ponen de manifiesto que los conocimientos de Geografía de los universitarios que estudian para maestros son muy reducidos.

¿Cuánto de reducidos?

En un mapa mental, un alumno de sexto de primaria identifica una media de diez topónimos mallorquines a los doce años. Un universitario de 18 solo localiza quince. Es una evolución pobre, solo conocen su entorno inmediato.

Nuestra nota de Bachillerato es la más baja del Estado.

Así es en promedio. Para mí, se trata de un indicio más de una hipótesis de trabajo que barruntaba hace tiempo. Los futuros maestros de la UIB son los peores de España.

Nuestro 7,4 sobre diez es una nota demasiado alta en cualquier criterio.

La media de Balears es alta en sí misma, pero es mala respecto a otras comunidades.

¿Las otras regiones inflan las notas para beneficiar a sus alumnos?

No lo puedo afirmar, pero en regiones donde la agricultura todavía es relevante, la educación puede suponer un ascensor social. En las Castillas, estudiar sigue siendo un valor, aquí no tanto.

En Selectividad no solo estamos bajos, sino que seguimos bajando.

Mi correligionaria Nanda Ramon habla de las dificultades de una generación de cristal para gestionar frustraciones. Hay parte de eso, pero también una institución familiar caída en desgracia, padres con trabajos precarios que no tienen tiempo para dedicar a sus hijos, jóvenes aislados que no se sabe qué hacen en su habitación con los móviles y laptops.

¿El mallorquín no se sacrifica si no lo ve claro?

No sabría decirlo, pero somos un pueblo sin orgullo, bastante servil. Hemos pasado de pobres al mundo de la ganancia inmediata, lo cual nos ha trastornado un poco.

¿Cuáles son las «causas profundas» del atraso a las que usted se refiere?

Las hay. Para empezar, los alumnos deberían ir a clase mañana y tarde, comiendo en la escuela. Así conseguirían aprender pacientemente. Básicamente lectura, escritura y capacidad de cálculo. Todo ello requiere inversión.

¿Este conocimiento deficiente se pagará en el futuro?

Es lo que me preocupa. Al acabar la carrera, los alumnos con conocimientos insuficientes darán clases en centros escolares, en un círculo vicioso. Y la frase «lo pueden buscar en internet» es un disparate.

¿Los menorquines salvan nuestro honor geográfico?

Sí porque, en un contexto de ignorancia general del croquis de Balears, los menorquines tienen un conocimiento potable de las restantes islas. Después va Mallorca, con las Pitiusas en último lugar y desde una interpretación de su entorno en clave del litoral.

Digamos que el retraso educativo no desvela a las autoridades de Balears.

Los políticos solo se preocupan del día a día, de los problemas inmediatos y de cómo ganar las elecciones. La educación debería ser una cuestión de Estado.

¿Hay profesores que se curan sus traumas poniendo exámenes difíciles?

No creo que exista esa voluntad, más allá de algún caso aislado, y desde luego no es el espíritu de los profesores que colaboran con la Selectividad.

Si un cuarenta por ciento aprueban Matemáticas en Selectividad, los profesores no han hecho su trabajo.

No siempre se ha dado ese porcentaje, este año ha habido un cierto accidente. La Universitat ha respaldado al profesor, que también ha declarado que el examen estaba dentro de los cánones.

¿La UIB prefiere notas bajas para que los alumnos no se vayan a otras universidades?

Eso no te lo compro.

¿Los alumnos no quieren aprender, o se van de camareros?

El alumnado está muy polarizado. Disponen de herramientas que nosotros no teníamos, como las nuevas tecnologías o el dominio del inglés. Por tanto, hay una élite que las aprovecha y alcanza un nivel elevadísimo. El problema está en la clase media.

¿Los colegios de pago puntúan más alto a sus clientes?

No lo puedo confirmar, pero queda claro un punto de perversión debido a las notas de entrada en las carreras. Tenemos un ocho donde antes había un siete.

Sin estudio no hay ascensor social que valga.

Está clarísimo, en Mallorca nos vence la urgencia de «quiero el coche y lo puedo comprar».

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