Un 63% de las mujeres de Baleares creen que la conciliación laboral es muy complicada

La encuesta de Quaderns Gadeso refleja que el 42,1% de los isleños considera que las madres son las que tienen que pedir el permiso de maternidad

Más de la mitad de los ciudadanos de Baleares considera que la mujer tiene más dificultades que el hombre para acceder al mercado laboral.

Más de la mitad de los ciudadanos de Baleares considera que la mujer tiene más dificultades que el hombre para acceder al mercado laboral. / B. Ramon

Redacción

Más de la mitad de los ciudadanos de Baleares considera que la mujer tiene más dificultades que el hombre para acceder al mercado laboral. Los motivos tienen mucho que ver con situaciones «tanto la posibilidad de embarazo como el hecho de que las mujeres suelen enfrentar cualquier emergencia del ámbito familiar», según la última encuesta de Quaderns Gadeso con 400 entrevistas elaborada durante el pasado mes de febrero

Resulta significativo que, según la encuesta, un 42,1% de personas consideran que las madres son las que tienen que pedir el permiso de maternidad cuando tengan un hijo, un 10,9% considera que lo tendría que hacer el padre y un 37% que en el caso de tener un infante ambos miembros tendrían que pedir un permiso de paternidad o maternidad.

En este sentido, para las mujeres, y para algunos hombres, la conciliación de la vida personal, familiar y laboral se hace bastante complicada o muy complicada. Así piensan el 63,9% de las mujeres encuestadas.

Por su parte los hombres ven la conciliación como cosa de las mujeres, como lo demuestra el hecho que solo el 1,5% de ellos se acogieron al permiso de paternidad el 2018. Aun así, el 46,8% cree que la conciliación es complicada.

Por otro lado, en cuanto al cuidado de los hijos, las madres dedican en promedio cuatro horas diarias, mientras que los padres dedican solo una hora y media. Esto también ocurre con las tareas básicas del hogar, las mujeres están cuatro horas diarias, sin embargo, los hombre solamente una hora.

La encuesta del centro de investigación demoscópico de Baleares también refleja datos extraídos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2020. Las mujeres trabajadoras de las Baleares de ese año cobraban, de media, un 14,4% menos que los hombres. Por lo tanto la brecha se ha incrementado en un 1,2% respecto del 2019, a pesar de la subida del SMI. Esto traducido en ganancias anuales supone que las mujeres cobran, de media, 21.998 euros frente a los 25.699 euros de los hombres, es decir 3.701 euros menos.

Una de las causas que menciona el estudio es la llamada segregación horizontal, es decir, las dificultades de las mujeres para acceder a determinadas profesiones. La segregación horizontal se verifica en la predominancia de las mujeres en sectores tradicionales feminizados y en la dificultad de las mujeres para acceder a cargos generalmente considerados como ‘masculinos’.

Encuesta sobre la conciliación laboral

Encuesta sobre la conciliación laboral / Fuente: Quaderns Gadeso / DM

Violencia de género

Las muertes de mujeres a manos de sus parejas o sucesos como los de las violaciones grupales han contribuido a la presa de conciencia de todos los ciudadanos. De las 400 personas encuestadas por Quaderns Gadeso , el 23% cree que la violencia de género afecta solo a sectores sociales bajos o conflictivos, el 62% opina que es un problema social y el 24% piensa que se trata de casos individuales.

A pesar de que ha disminuido, es llamativo que un 18% considere que el agresor es simplemente un enfermo, mientras que un 74% lo considera puramente un delincuente, cifra superior a la de 2022 que era de un 62%.

Para finalizar el estudio ha extraído ocho conclusiones, la primera es que la brecha salarial de género continúa siendo bastante elevada a pesar de que Baleares es bastante más baja que la media estatal. Que existe una percepción de que la compatibilizar la vida familiar y la vida laboral es complicado, especialmente por las mujeres. La relevancia de los abandonos femeninos del puesto de trabajo motivados por razones familiares. Que la responsabilidad familiar continua siendo cosa de las mujeres. Que hay pocas oportunidades para compaginar la vida familiar y laboral a los lugares de trabajo. Que existen dificultades por el ejercicio de los derechos de conciliación recogidos en la legislación. Que todavía continua arraigada a nuestra sociedad la división sexual del trabajo. Y por último, que todavía se mantiene la percepción machista de la violencia de género, la cual se tergiversa como violencia doméstica.

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