Los taxistas afirman que las licencias temporales para el verano se aprueban demasiado tarde

Las principales patronales del sector aseguran que los coches no estarán operativos antes de septiembre

El Govern aprobó ayer el decreto ley que agiliza la concesión de licencias temporales de taxis.

El Govern aprobó ayer el decreto ley que agiliza la concesión de licencias temporales de taxis. / M. Pedraz

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Las licencias temporales de taxis que podrán estar operativas durante este verano en Mallorca se van a contar con cuentagotas, según coinciden en advertir los presidentes de las asociaciones de taxistas de PIMEM (mayoritaria en la isla) y de la part forana, Gabriel Moragues y María del Carmen Navarro respectivamente. La medida, contemplada en el decreto ley aprobado ayer por el Govern, que facilita el que los ayuntamientos puedan activar esas licencias para evitar un colapso del servicio durante la temporada turística, llega demasiado tarde, lo que hace que vaya a resultar «inviable» su aplicación en municipios grandes como Palma o Calvià, antes de septiembre, según lamentan los representantes del sector.

Moragues reconoce que se trata de una iniciativa que puede ser positiva, pero subraya que para ser efectiva se debería de haber aprobado en septiembre y octubre del pasado año, dados los trámites que precisa y que van más allá de la agilización en su paso por los Ayuntamientos.

Los dos presidentes de las citadas asociaciones de taxistas de la isla señalan que para un pequeño municipio la adjudicación de media docena de licencias temporales puede resultar sencilla, pero no así para los grandes.

Zonas más necesitadas

En este sentido, se apunta que para el verano Palma puede necesitar entre 100 y 200 licencias temporales, mientras que Calvià podría llegar a precisar entre 40 y 50. Navarro añade que hay otras poblaciones en las que las necesidades de este servicio se multiplica durante la temporada turística, y señala como ejemplo los casos de Alcúdia, Pollença o Llucmajor.

El problema, según coinciden ambos, es que la solución aprobada ayer por el Consell de Govern precisa de la obtención de vehículos de segunda mano para poder transformarlos temporalmente en taxis, que además deben de tener unas calidades mínimas y en el caso de Palma una antigüedad máxima de tres años, cuya compra supone una inversión de unos 16.000 euros, según señala Moragues.

Pero además, a estos coches hay que incorporarles un taxímetro, y son pocas las empresas que lo hacen en Mallorca, lo que puede generar un ‘cuello de botella’ si pretenden hacerlo al mismo tiempo cerca de 200 taxis. También se debe de superar una revisión de Industria, para la que en estos momentos se registran ya esperas de un mes, plazo que según los dos representantes del sector se puede multiplicar si deben de superarlo un número inusualmente alto de automóviles.

Todo ello sumado a la escasez de coches que hay en el mercado de segunda mano, según añade la presidenta de la part forana, lo que está llevando a algunos profesionales a buscarlos en la península.

María del Carmen Navarro añade otro elemento no previsto, y es que una parte notable de las licencias temporales para el verano previsiblemente serán solicitadas por los conductores contratados que habitualmente realizan el turno de noche y que pasarían a trabajar durante la mañana, provocando una bajada en la oferta de taxis durante el horario en el que no circulan muchos autobuses urbanos y dejando sin opciones a los clientes, muchos de ellos turistas.

Por ello ambos representantes del sector dudan de la efectividad de una iniciativa que se ha aprobado a un mes de la Semana Santa.

Venta por plazas de autocares

Otra de las medidas incluidas en el decreto ley aprobado ayer es la posibilidad de que los autocares de servicio discrecional (turísticos) puedan ofertar individuamente las plazas que tienen vacantes para viajar llenos, siempre con al menos 24 horas de antelación. El presidente de la federación empresarial balear de transportes, Rafael Roig, califica esta iniciativa de positiva, aunque considera que su impacto se apreciará más en Eivissa que en Mallorca.

Roig indica que la venta por plaza no siempre será viable, ya que los tour operadores contratan la totalidad del autocar, aunque no viaje lleno, lo que hace imposible la venta adicional de las butacas que éstos no han ocupado.

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