Tribunales

‘El Ico’ insiste en que pagó sobornos a policías y funcionarios por las irregularidades en su discoteca

El hijo de ‘La Paca’ denuncia un «acoso terrible» de varios agentes a su negocio, en el que admite deficiencias, y asegura que pudo reabrirlo entregando «5.000 euros» a un funcionario de Cort

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Francisco Tomás Fernández Cortés, ‘El Ico’, insistió este viernes en el juicio del caso Cursach en que pagó sobornos a policías y otros funcionarios por las irregularidades de su discoteca en Gomila. El hijo de ‘La Paca’, testigo protegido durante la instrucción de la causa y cuyas graves acusaciones sustentaron entonces el encarcelamiento de varios acusados, afirmó en la vista oral que sufrió un «acoso terrible» , habló en la vista de «mordiditas» para poder incumplir el aforo y de un pago bajo cuerda en Cort de «5.000 euros» para reabrir el negocio tras ser clausurado por exceso de ruidos. Aunque cometió imprecisiones y errores en sus identificaciones y admitió que se confunde «con los apellidos», acabó señalando con su palabra como única prueba a tres policías encausados: Carlos Tomás, Nicanor Góngora y Carlos Vallecillo.

‘El Ico’, imputado ahora por falso testimonio por mentir en sus declaraciones durante la instrucción, compareció a través de videoconferencia desde una prisión de la península donde cumple condena. La Fiscalía no acusa a nadie de pagar sobornos a ‘El Ico’ en su discoteca Cavalli, en Gomila, cuyo local era propiedad de un policía. Solo considera delictivo el cierre exprés del negocio en pleno fin de semana tras una sospechosa medición de ruidos por parte de la Patrulla Verde para que el agente pudiera recuperarlo ante el éxito de público que tenía. Y ahí centró su interrogatorio el fiscal tras una promesa de ‘El Ico’: «Juro por mis muertos que diré la verdad».

El testigo se presentó como víctima de una estafa, ya que le alquilaron el local pese a que sobre él pesaba ya un decreto de cierre del que no supo nada hasta «mucho después». Contó que la Patrulla Verde amenazó a un vecino suyo para dejarle instalar un sonómetro, tras lo que clausuraron el negocio, muy exitoso según su versión: «Tenía cola. Facturaba 7.000 euros los viernes y 7.000 euros los sábados». Explicó que acudió a Cort junto a uno de los copropietarios del local para pagar «5.000 euros al que daba las licencias». Aunque identificó primero al ex jefe de la Patrulla Verde, Gabriel Torres, como la persona a la que entregó el dinero, luego admitió no estar seguro. «No sé si me dieron la licencia, pero me quitaron el precinto y dijeron que ya podía abrir», afirmó.

No hizo reformas

‘El Ico’ reconoció que el local precisaba obras para subsanar los problemas con el ruido y que no se hizo reforma alguna. «Al pagar los 5.000 euros, ya no hacía falta». 

«¿Sabe que seguía incumpliendo la normativa de ruido?», preguntó uno de los abogados defensores. «Yo lo único que he hecho en mi vida es vender droga. No lo sé, a veces tengo amnesia y a veces, no», replicó ‘El Ico’.

El testigo empezó a hablar de los sobornos a policías cuando la abogada del agente Carlos Tomás le preguntó si lo conocía. «Era uno de los que venía a la discoteca a poner controles en la puerta y a pegar mordiditas de los aforos...», aseguró. El tribunal quiso saber más y ‘El Ico’ afirmó que pagaba sobornos para incumplir los límites de aforo. «Si entraban 100 personas más eran para los municipales. Venían a contar las personas y si metía 100 personas más eran para ellos, para pagarles a ellos. Se llevaban dinero. Solía venir mucho Nicanor. Y creo que Vallecillo también», dijo. Finalmente, negó haber recibido indicaciones de Penalva, Subirán o el grupo de Blanqueo sobre a qué policías debía acusar en sus declaraciones en instrucción.

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