Los ucranianos necesitan toda la ayuda posible en estos momentos y Mallorca está dispuesta a hacer efectiva su solidaridad. Multitud de entidades, asociaciones y organizaciones se han volcado ante la llamada de auxilio.

El campus del Centro de Enseñanza Superior Alberta Giménez (CESAG), ubicado en la calle Saragossa, 16, desde las 8h hasta las 22h se ha convertido en un punto de recogida de donaciones de alimentos, productos sanitarios e higiénicos y ropa de abrigo gracias a la iniciativa ‘Una tonelada para Ucrania’, que durará hasta el próximo 18 de marzo. El material se donará a la iglesia ucraniana de s’Arenal, que ya hace días que recoge productos para enviar a su país.

La plataforma Cuervos de Baleares ha iniciado una recogida de pañales de cualquier talla. Deberán entregarse en la calle Gremi de Selleters y Basters, en el Polígono de Son Castelló, de lunes a viernes entre las 8h y las 16h hasta el 11 de marzo.

La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ha propuesto a sus establecimientos asociados recabar una bolsa de camas ante la posible llegada de refugiados. También se apoyará de esta manera a los turistas alojados que no puedan regresar a su país. Al día siguiente de lanzar la propuesta solidaria, la secretaria de FEHM, Inés Batle, aseguró ayer que la idea «había tenido muy buena respuesta por parte de los empresarios.

El colectivo Cooperatives Agro-alimentàries de Balears también mostró su solidaridad con los ucranianos por lo que consideraron una «invasión injustificada», y recordó que la guerra afectará de forma notable a la economía y a la producción agraria.

Por su parte, un grupo de comerciantes ‘manacorins’ transportaron ayer medicamentos, pilas, conservas y otros productos electrónicos hasta el puerto de Palma para que lleguen hasta las personas más necesitadas en Ucrania. La ayuda, nacida a partir de la Asociación Ucraniana de Mallorca, ha sido coordinada por el empresario automovilístico Mateu Català: “Los empresarios debemos tener un trozo de corazón para la ayuda social, porque lo que de verdad nos interesa es el bienestar de las personas. Nunca tendré un no para ayuda social”, explicó Català, informa Sebastià Sansó.