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El curso ‘covid’ reabre el debate de la jornada partida y la continuada

El tipo de horario escolar mezcla factores pedagógicos, de conciliación y también económicos

El curso ‘covid’ reabre el debate de la jornada partida y la continuada

El curso 2020-2021 y las medidas preventivas aplicadas para evitar contagios de coronavirus han reabierto en algunos centros el debate sobre la aplicación de la jornada partida o la continuada

A día de hoy existe una división muy clara entre los colegios e institutos que hacen jornada partida y los que hacen continuada: en la red pública prácticamente el 100% de centros hacen jornada seguida y la partida se concentra en la concertada. Realizar cambios de modelo es complicado ya que se mezclan muchos factores: pedagógicos, de conciliación (de familias por un lado y de profesores por otro) y también de ingresos para los centros por ofrecer el servicio de comedor escolar, que algunos padres no tienen más opción que utilizar.  

Peticiones de pasar a continuada

Ahora algunas familias intentan conseguir cambios y que todas las clases se concentren por la mañana, señalando la conveniencia de reducir de cuatro a dos los momentos de entrada y salida del centro por cuestiones de seguridad para evitar aglomeraciones. 

Un ejemplo es lo que está sucediendo en el CEIP Son Juny de Sant Joan, la excepción de la red pública con jornada partida. En este centro no es la primera vez que se abre el debate para lograr que todas las clases se concentren en la mañana, en turno de 9 a 14h. Este curso el debate tiene una nueva argumentación.

Ya en julio se planteó el tema pero no se elevó al consejo escolar al no contar con la unanimidad de todos los miembros. En agosto se anunció que el curso empezaría en escenario B o de semipresencialidad. El colegio solicitó a Educación si durante éste sería posible cambiar la jornada, a lo que Conselleria respondió que lo autorizaría en el escenario B.

La propuesta de cambio tampoco se llevó a votación al consejo escolar de septiembre al no existir normativa concreta que explique cómo debe realizarse el cambio de en el contexto de la pandemia, indican desde el colegio. 

Eso sí, ante las dudas generadas se convocó un consejo escolar extraordinario día 7

Ahora un grupo de padres intentan recabar apoyos para modificar el modelo y está recogiendo firmas. Por cuestiones de conciliación, no todas las familias están de acuerdo. 

La normativa (de 2002) marca que, de ordinario, si una escuela quiere cambiar la organización horaria, la nueva propuesta se tiene que someter a votación en un consejo escolar en el que ha de participar como mínimo el 50% de los padres y madres y un 65% de ellos ha de votar a favor. 

En los concertados también hay movimientos en esta dirección. Por ejemplo, en el colegio Sant Francesc de Palma. La asociación de padres y madres hizo una encuesta donde la mayoría de participantes se mostraron a favor del horario intensivo, aunque hay familias que han denunciado no haber sido consultadas. 

En La Salle de Palma, algunas familias han redactado una carta y recaban apoyos para mantener todo el curso el horario lectivo de 9 a 14 que el centro aplica en septiembre y junio para así disminuir la frecuencia diaria con que las familias acceden al centro y evitar que todos los estudiantes salgan, aunque sea forma escalonada, alrededor de las 16:30 horas. 

En su escrito, sostienen que la relación “entre el riesgo y el provecho académico de las sesiones lectivas por la tarde no está compensada en un momento en que la prioridad es la salud”

Para las familias que precisen que sus hijos estén en el centro hasta las 16:30 horas, plantean trasladar las actividades extraescolares del patio del mediodía a la franja de la tarde.

Seguridad en el comedor

La pulsera que usará el CIDE.

Este es un curso complicado para todo, también para el servicio de comedor. Además de mantener los mismos grupos estables que en tiempo de clase (Educación contratará a 190 monitores más para ayudar en este sentido), los centros aplican otras medidas de seguridad para evitar contagios a la hora de comer. Por ejemplo, el CIDE ha repartido entre su alumno de Secundaria una pulsera con chip que les servirá para marcar su acceso al comedor sin necesidad de tener que tocar ningún aparato electrónico. El curso ha empezado con 185 comedores escolares en funcionamiento, diez menos que en septiembre del año pasado. Las becas de comedor saldrán a finales de mes

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