Juan José Bestard, director general del Ib-Salut, fue pillado en un renuncio durante una entrevista radiofónica. Primero dijo que la adjudicación de los informes a Pricewaterhouse eran cosa del anterior Govern y sólo admitió que los expedientes los había firmado cuando se le mostró una copia de los mismos. A continuación arremetió contra los sindicatos reclamándoles que se dediquen a cuestiones laborales.

Estos exabruptos tuvieron inmediata respuesta por parte del sindicato UGT, que lamentó que "es triste que un director general no sepa lo que firma, algo que parece retrotraernos a la época de Jaume Matas. También es una lástima que el responsable que maneja el mayor presupuesto de esta comunidad no haya leído en la Constitución cuál es el papel de los sindicatos como agentes sociales o, lo que es peor, que no lo haya entendido o que no lo reconozca".