El mallorquín Antonio de Lacy es doctor "cum laude" en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona y Especialista en Cirugía General y de Aparato Digestivo. Actualmente ejerce su profesión en el Hospital Clínico de Barcelona, además de en el Centro Médico Teknon y la Clínica Juaneda. Durante su carrera ha sido impulsor la cirugía laparoscópica. Según dice, su gran dedicación a la medicina ha sido posible gracias al apoyo de su familia.

-¿Qué intervenciones realizan con laparoscopia en el Hospital Clínico?

-Entre el 80%-85%. Esto incluye,por ejemplo, desde la resección (extirpación) del esófago y del hígado, hasta la obesidad mórbida. Utilizamos la laparoscopia junto con la cirugía abierta. Si podemos resolverlo todo con la primera, lo hacemos. En mi mundo lo más importante es el cáncer digestivo y la obesidad mórbida. La razón es la prevalencia. Operamos 350 nuevos pacientes de cáncer colorrectal al año, 50 gastrectomías (por cáncer de estómago), 20 cánceres de esófago y 300-350 obesidades, además de resecciones de hígado...

-¿Dónde están los orígenes de la laparoscopia?

-El mundo nuevo de la laparoscopia empieza en los años 30, cuando se usaba para realizar diagnóstico exclusivamente. Como máximo, se hacían biopsias de hígado. No había cámara de vídeo, sino un tubo laparoscópico por el que se miraba. Siempre digo que la NASA invirtió el 5% de su presupuesto en medicina porque vio ganancias. Tomaron las camaritas que usaban para ir a la luna y aplicaron el vídeo a la óptica. Esto fue a principios de los años 80. En 1987 un cirujano en Lyon que hacía muchas intervenciones de ginecología dio la vuelta a la óptica hacia arriba, vio la vesícula y la sacó. Cinco años después estuve en un congreso en Burdeos y el 80% de la cirugía digestiva ya se había hecho por laparoscopia.

-En el campo de la oncología ha sido polémica por las recidivas.

-El cáncer más frecuente de digestivo es el de colon. En 1994 The Lancet publicó un artículo de unos cirujanos holandeses que operaron 14 pacientes y 3 de ellos registraron una recidiva del tumor en los lugares en los que se hicieron los agujeros para meter los instrumentos. Es mucho más fácil publicar un estudio negativo que uno positivo. La gente se aferró a él y en la mayoría de servicios del mundo se prohibió esta técnica para el cáncer. En realidad se tenía que haber analizado quiénes habían hecho este estudio, con sólo 14 pacientes, qué experiencia tenían... En el Clínico hemos hecho más de 1.500 cánceres colorrectales por laparoscopia y hemos tenido uno solo caso de metástasis.

-¿Qué ventajas aporta frente a la cirugía abierta para la obesidad mórbida?

-Hoy día la cirugía de la obesidad por laparotomía, es decir, abriendo, tiene los días contados. Las complicaciones que hay en la pared abdominal por abrir la barriga a este tipo de pacientes son muy serias. En 2000 el 30% de la cirugía de la obesidad se hacía por laparoscopia y en 2004, ya era por encima del 50%. En tres o cuatro años casi el 100% se hará por esta vía.

-¿Cuál es la incidencia de obesidad mórbida?

-En España no llega al 2%. Hay entre 500.000 y 700.000 obesos mórbidos.

-En Balears estos pacientes tienen una larga lista de espera. En su día se comentó la dificultad de tener un quirófano en condiciones para ellos por las mesas.

-Las mesas están homologadas para 130 kilos. Las que tenemos nosotros están preparadas para aguantar por encima de 300 y se está planteando la posibilidad de comprar una mesa para pacientes de hasta 400 kilos.

-¿También se realizan trasplantes mediante esta técnica?

-Yo fui el primer cirujano en España que hizo una donación de donante vivo de riñón por laparoscopia. No soy urólogo, pero el hospital me lo pidió y lo hice.

-¿Hoy está extendido?

-El donante vivo de riñón se hace por laparoscopia. El implante se efectúa abriendo.

-La laparoscopia, dice, marca un antes y un después en la cirugía.

-Sí, como sucedió con el uso de antibióticos.

-Inicialmente, las intervenciones eran mucho más largas que por la vía tradicional.

-Yo he visto en directo extraer una vesícula biliar en nueve horas. La última que saqué tardé 16 minutos. Además ya no la hacemos por laparoscopia, sino por minilaparoscopia. A las seis horas el pacientes se va a su casa. En obesidad se van a los dos o tres días. En estos momentos es más rápida la laparoscopia. Hay que tener en cuenta que en abrir y cerrar tardas un tiempo considerable. Ahora podemos sacar un colon en 35 minutos.

-¿Requiere una tecnología muy costosa?

-Nosotros trabajamos con la industria. Con ellos diseñamos prototipos de alta definición, de nuevos tipos de luces, de nuevos tipos de visión. Dentro de poco podremos ver el comportamiento celular dentro de la operación. Tecnológicamente, si quieres estar a día de todo esto, es carísimo. Afortunadamente trabajamos junto con la industria.

-Ahora el Clínico ha recibido una donación.

-La fundación Esther Koplovitz ha donado 15 millones de euros al hospital. Ella es una rica diferente. Fuimos a verla. Le planteamos los problemas que teníamos en el hospital, que ha comprado un terreno y le pedimos ayuda. Ella no sólo nos ayudó, sino que nos dio 15 millones de euros. Le pedíamos menos.

-¿El futuro ideal de la laparoscopia?

-Probablemente sería entrar en la robótica y la nanorrobótica.

-En españa cuáles son los centros de referencia?

-El hospital más completo es el Clínico de Barcelona.

-¿Cómo está España en relación a otros países en laparoscopia?

-Yo diría que regular. En septiembre me nombrarán presidente de la Sociedad Europea de Cirugía Endoscópica y una de las cosas que hay que intentar es poner a España en su sitio. Inglaterra y Alemania son países muy potentes y donde se hace muy poco. Los mejores son Bélgica y Francia.