Feijóo pide el «voto masivo» para Prohens para tener un Govern «estable, sin minorías»

La cúpula del Partido Popular de Baleares recibió ayer a su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, en un gran mitin en el Trui Teatre junto a unos 1400 militantes, simpatizantes y cargos públicos. El político gallego llegó a la isla solo cuatro días antes de las elecciones autonómicas y municipales para dar su apoyo e impulsar a la candidata ‘popular’ al Govern, Marga Prohens, quien celebró sus 41 años ante un auditorio lleno y tiene la compleja misión de arrebatar el poder a una izquierda que lleva ocho años gobernando.

Feijóo se decantó por un discurso muy centrado en la contienda nacional, con algunas referencias concretas a la realidad de las islas, y centró la primera parte de la alocución en el «abuso» del Falcon —el avión presidencial del presidente del Gobierno— por parte de Pedro Sánchez durante la campaña del PSOE. El dirigente ‘popular’ considera que los inminentes comicios son un plebiscito al «sanchismo» porque «una gran parte» de los españoles ya están «cansados». Una consideración que también comparte Prohens: «Francina Armengol es la presidenta más sanchista, la campeona. El domingo tenemos la oportunidad de decir Sánchez sí o Sánchez no. Baleares dirá que no a Sánchez».

El candidato a la presidencia del Gobierno asegura que este fin de semana se vota «tener buenos gobiernos o seguir con malos» y, por ello, reclama la confianza de la ciudadanía a partir del 28M: «Empezaremos a pasar pagina de la mala política, de la frivolidad y de la división». En este sentido, sentenció que el Gobierno actual está «roto, despedazado y enfrentado» por los conflictos entre PSOE y Unidas Podemos.

El dirigente del PP insistió en que tanto Sánchez como Armengol «ya han renunciado a ganar las elecciones y nos proponen una ensalada variada de partidos, una suma de perdedores». Además, considera que «toca cambio» en Baleares porque existe un agotamiento entre la ciudadanía y pide abrir un tiempo nuevo: «Prohens representa el futuro y Armengol, el pasado».

Feijóo no se refirió en ningún momento a Vox, aunque sí que reclamó el «voto masivo» para que Prohens «pueda gobernar sin pactos y sin estar secuestrada por las minorías» con el objetivo de liderar un Govern «estable, sin intermediarios».

Al final de su intervención reivindicó la labor de Marga Prohens en el Congreso porque, según destacó, «devolvió la dignidad» al país con la ley del solo sí es sí y la polémica de las menores tuteladas: «Será una presidenta exigente y nos dará quebraderos de cabeza cuando estemos en el Gobierno, sobre todo para compensar las desventajas de la insularidad y mejorar las infraestructuras».

En su turno, la de Campos reivindicó que el PP «ha vuelto por la puerta grande» después de varios años y se presentó como una candidata de consenso: «No quiero una sociedad civil sumisa y con miedo, chantajeada porque le damos ayudas».

En este sentido, manifestó que la energía de la calle «nos hace aguantar esta campaña del barro, de las mentiras y de la manipulación» y agradeció la implicación de Feijóo en la recta final de su campaña electoral: «A Baleares le va a venir muy bien tenerle en la Moncloa porque no hay que contarle las cosas o explicárselas».

A la vez que ensalzaba «estas islas maravillosas», lamentaba que existan «algunos inconvenientes» para empresas, funcionarios o residentes: «Aquí todo es más caro, así que reivindicaremos la compensación de la insularidad y un régimen fiscal de verdad, que llegue a las empresas».

La presidenta del PP balear aseveró que «no podemos mirar hacia otro lado» cuando hay trabajadores que vienen de fuera y viven en furgonetas y vinculó «el gravísimo problema de la vivienda» a la falta de personal sanitario por el «fracaso» del Pacto a la hora de acometer esta problemática social.

Prohens volvió a mencionar algunas de las líneas maestras de su programa electoral: una reforma fiscal con el foco puesto en la eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones; ayudas para los autónomos con una cuota cero durante los dos primeros años; una «revolución» en la Administración pública para eliminar burocracia y «trabas» o contratar más Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil.

También arremetió contra Armengol por «defender» a los okupas -«solo puede negar este problema quien lleva ocho años en un despacho o en un coche oficial»- y trató de arrebatar a la socialista la bandera de la gestión: «En el PP sabemos mas y gestionamos mejor porque somos el partido que mejor representa a los ciudadanos de Baleares».