En frente

Fundació Universitat-Empresa de la UIB: tendiendo puentes, forjando vínculos

Constituida en 1996, cada año cobra más importancia en relación con la inserción laboral del alumnado universitario en empresas de nuestra Comunidad

Luis Vegas y Maria del Mar Socias dirigen, respectivamente, la Fundació Universitat Empresa y el Departamento de Orientación e Inserción Profesional.

Luis Vegas y Maria del Mar Socias dirigen, respectivamente, la Fundació Universitat Empresa y el Departamento de Orientación e Inserción Profesional. / B. Ramon

Uno de los mensajes que, con relación a la Universidad, se puede escuchar en la calle desde tiempos muy remotos es que la institución universitaria vive de espaldas a la realidad, instalada en su propia burbuja. Si nos referimos a la Universitat de les Illes Balears (UIB) -constituida oficialmente como tal en 1985 si bien su embrión se remonta a 1978- cabe preguntarse qué órganos se encargan, precisamente, de tender puentes entre la propia universidad y el resto de la sociedad, a la que tiene que servir. Y la respuesta está en la Fundació Universitat-Empresa y especialmente -aunque no en exclusiva- en una de sus ramas de actuación, el Departamento de Orientación e Inserción Profesional (DOIP), cuyos directores -respectivamente- son Luis Vegas y Maria del Mar Socias.

Vegas afirma de entrada que «la Fundació es una herramienta creada por la Universitat de les Illes Balears en 1996 con el objetivo de establecer vínculos entre la propia universidad y el conjunto de la sociedad; con empresas, con organismos del Tercer Sector, con la Administración Pública... En definitiva, pretende comunicar la Universidad con la sociedad. Este es nuestro objetivo. Existe -es cierto- una especie de mantra ancestral según el cual la Universidad está aislada del resto del mundo. Como digo, nosotros trabajamos para todo lo contrario. Tenemos muchas empresas que confían en la Universidad para incorporar estudiantes en prácticas, para llevar a cabo actividades formativas o investigación aplicada en contacto con nuestros investigadores».

La Fundació Universitat-Empresa (FUEIB) está integrada actualmente por cinco grandes pilares: la formación continua (se puso en marcha con el propio estreno de la Fundació); la inserción profesional (pretende esencialmente acercar el mundo laboral al universitario); la Oficina de Transferencia de los Resultados de Investigación (OTRI), entre la UIB y las empresas, entre otras cosas facilitando el acceso de éstas a los equipos de investigación de la Universidad; la residencia de estudiantes y, por último, la gestión de las instalaciones deportivas.

Como pasa con otras entidades, también la Fundació Universitat-Empresa se ha ido adaptando a las necesidades de cada tiempo. Así lo relata Vegas. «Es evidente que hemos evolucionado. La propia Universidad, a la que pertenecemos, también lo ha hecho: la forma de llevar a cabo la docencia, los nuevos estudios... En la Fundació nos hemos intentado adaptar para estar siempre cerca de la sociedad. En muchas ocasiones, cuando una empresa acude a nosotros es porque tiene necesidad de un estudiante en prácticas o un trabajador/a de determinado perfil. A partir de aquí, ofrecemos otros servicios, como la formación continua (con la aparición de las microcredenciales). También ha habido cambios en la transferencia del conocimiento: a medida que la sociedad evoluciona, todo el mundo es más consciente de que la investigación y el desarrollo no es sólo cosa de las grandes empresas sino también de las pequeñas».

En paralelo al aumento en el número de servicios de la Fundació, también ha ido engordando el presupuesto y los recursos procedentes de la UIB. «Para 2023, tenemos un presupuesto de 12,3 millones de euros y estamos en más de 150 profesionales -confirma Vegas-. Cabe considerar en este sentido que, al realizar investigación aplicada para empresas, contratamos a un equipo de trabajo ad-hoc para trabajos específicos y concretos. Algunas veces, las empresas nos demandan esos servicios por iniciativa propia, pero nosotros también llevamos a cabo búsqueda proactiva, con reuniones periódicas con los distintos clústers, para que los investigadores expliquen sus líneas de investigación y sepan cuáles son las necesidades de las empresas. De lo que se trata es de lograr el matching entre ambas líneas».

El DOIP, PIEDRA ANGULAR DE LA FUNDACIÓ

A propósito del Departamento de Orientación e Inserción Profesional, es -como se ha referido- una de las ramas de actuación de la Fundació. «El DOIP es un servicio dirigido a estudiantes y personas graduadas de la Universitat de les Illes Balears y de cualquier universidad del mundo, hecho que nos diferencia del resto de servicios universitarios de orientación laboral. Eso es así porque somos conscientes de que muchas personas se van a estudiar fuera y luego vuelven a Baleares y necesitan apoyo y acompañamiento para insertarse en el mercado laboral», asevera su directora, Maria del Mar Socias, a modo de anticipo. «Esencialmente, nos ocupamos de acompañar a los universitarios en su proceso de orientación e inserción laboral. Este proceso se lleva a cabo a través de varias líneas de actuación», añade.

Por un lado, el DOIP ejerce como Agencia de Colocación homologada por el Servei d’Ocupació de les Illes Balears (SOIB), lo cual conlleva la publicación de ofertas laborales de forma gratuita para empresas y usuarios. La mayor parte de las publicadas son ofertas cualificadas, pero también se incluyen ofertas para profesionales sin formación universitaria. En relación con el SOIB, cabe añadir que al ser considerado como medio propio del Govern desde este año, el Servei d’Ocupació ha encargado al DOIP un servicio de orientación laboral especializado, que cuenta con seis personas orientadoras distribuidas en las cuatro islas. Socias detalla su funcionamiento. «No se trata de una sesión individual sino de un acompañamiento en base a unos objetivos. En los últimos tiempos, constatamos que, pese a ser un servicio prioritariamente para jóvenes universitarios, también hay personas de cierta edad que se inscriben para recibir ese servicio. El año pasado llevamos a cabo más de 900 orientaciones, que se realizan presencialmente u on-line».

Otro aspecto fundamental en la labor del Departamento de Orientación e Inserción Laboral es la gestión de las prácticas extracurriculares del alumnado en empresas de todos los sectores y tamaños. Esas prácticas son voluntarias y se realizan a partir del momento en que el estudiante tiene el 50% de los créditos aprobados. El alumnado cuenta, individualmente, con un tutor en la empresa y otro en la Universidad.

«Se trata -resume Socias- de poner en práctica en la empresa aquellos conocimientos adquiridos los dos primeros años de formación universitaria. Cuando una empresa nos solicita un estudiante en prácticas, nos propone un plan de prácticas. Por nuestra parte, antes de difundirlo, lo pasamos al jefe de Estudios correspondientes para que evalúe y le dé el visto bueno académico. Quién elige finalmente al estudiante es la empresa».

Un requisito para las empresas es que deben pagar al alumnado una cantidad mensual (unos 500 euros), no entendida como sueldo sino como ayuda. Desde hace unos años, esas prácticas cotizan en la Seguridad Social. El mínimo de esas prácticas es de 80 horas (a lo sumo, cinco diarias), hasta un máximo de 650 por curso académico, o 1.300 a lo largo del grado. «La curva de alumnado inscrito en esas prácticas -confirma la directora del DOIP- fue creciendo curso tras curso hasta superar las 700, pero con la llegada del Covid se vivió un retroceso. Nos estamos recuperando y este año lo cerraremos con algo más de 500 prácticas. Con la particularidad de que, según tenemos constancia, entre un 20% y un 25% de las personas que llevan a cabo esas prácticas acaban contratadas en la empresa. Es decir, la empresa también usa ese canal como método de captación de recursos humanos».

CÁPSULAS DE ÉXITO PROFESIONAL Y ‘JOB DAY’

Como apoyos a la labor diaria del DOIP, el departamento cuenta las denominadas cápsulas de éxito profesional y el Job Day. Las cápsulas se imparten desde hace unos años en modo on-line, con una duración de 90 minutos, y en las mismas sus ponentes (profesionales de reconocido prestigio) inciden en aspectos competenciales. Por su parte, cada mes de marzo desde hace 16 años, organizamos el Job Day, en la Escuela de Hotelería. Son dos días intensos, de contacto directo entre empresas y alumnado o personas graduadas. «El valor añadido para nosotros es la oportunidad que se genera de poder hablar un estudiante con directivos o responsables de Recursos Humanos de una gran cantidad de empresas de todo tipo. En la edición de 2022 contamos con 150 empresas», subraya Socias.

Finalmente, Luis Vegas dirige un mensaje al mundo empresarial balear para que también, por su parte, se acerque en mayor medida a la Universidad. «El mensaje que les haría llegar es que no tengan ningún miedo a contactar con nosotros. Diría que ante cualquier duda o inquietud en relación con la UIB, se pongan en contacto con nosotros, que actuamos como puerta de entrada a la Universidad. Les podemos ser útiles a la hora de encontrar talento. Con los años, estamos llegando a muchas empresas, y cada año son más los contratos de colaboración establecidos con las propias compañías, tanto privadas como públicas».

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Una de las vertientes importantes (y una de las más llamativas) en el seno de la Fundació Universitat-Empresa, y en particular en lo referido a la transferencia de conocimiento entre la institución universitaria y la sociedad, son las denominadas cátedras Universitat-Empresa. Pero, ¿cómo se articulan?, ¿cómo operan? ¿para que sirven? El propio director de la Fundació, Luis Vegas, aporta las respuestas. 

«Cuando nos referimos a las cátedras Universitat-Empresa, hablamos de un acuerdo de colaboración entre una entidad privada o pública y la Universitat de les Illes Balears para llevar a cabo actividades conjuntas con el espíritu y la voluntad de que esa colaboración sea a largo plazo. Las actividades que puedan ser objeto de una cátedra son muy diversas: actividades formativas, divulgativas, premios y becas para investigación sobre un tema concreto». 

Vegas explica asimismo: «Todas las cátedras tienen una estructura similar: cada cátedra tiene un nombre, que determina la materia sobre la que se va a trabajar. Se establece la colaboración por un período de tiempo que suele ser de cuatro años y una dotación económica (la normativa de la Universitat, aprobada a propósito, establece una aportación mínima de 60.000 euros para el total de la duración de la propia cátedra). Cada cátedra tiene su propio director/a académico, así como personal de la empresa o entidad en cuestión y de la propia UIB; la Fundación se encarga del control y seguimiento». En la actualidad, la Fundació Universitat-Empresa gestiona ocho cátedras de ámbitos dispares.  

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