Fútbol

Habla el entrenador expulsado en Petra: "La árbitra me dijo que le estaba faltando al respeto por hablarle en catalán"

El entrenador de alevines que fue expulsado por no dirigirse a la árbitra en castellano asegura que sufrió una injusticia

Miquel Santandreu afirma que es la primera vez que lo expulsan como entrenador

Miquel Santandreu afirma que es la primera vez que lo expulsan como entrenador

Miquel Santandreu lleva más de 20 años entrenando equipos de fútbol de alevines y el sábado fue la primera vez en su carrera deportiva que fue expulsado. No pudo dirigir a sus jugadores en la segunda parte del encuentro, no porque protestara una jugada o se metiera con un jugador, sino porque se dirigió a la colegiada del encuentro en catalán, es decir, en la lengua que utiliza habitualmente.

Este entrenador dirigía a su equipo, el alevín de la Unió Esportiva Petra, que el sábado se enfrentaba con el Cardessar, líder de la categoría. El encuentro terminó en empate, pero el primer incidente, según recuerda Santandreu, ocurrió en la primera parte. “Protesté a la colegiada por no haber pitado unas manos. Me dijo que le hablara en castellano, pero no quise cambiar de lengua, porque tengo derecho a utilizar la lengua que quiera, sobre todo si me tratan sin respeto. En ese momento me sacó la primera tarjeta amarilla”.

La primera parte del encuentro discurrió con normalidad, hasta que la árbitra, Laura Santos, opositora a Guardia Civil, pitó el descanso. En ese momento, el entrenador del equipo alevín del Petra, acompañado por el delegado del equipo y el coordinador del club, se dirigieron a mitad de campo. “Pasó junto a nosotros la árbitra y le pedí explicaciones sobre la tarjeta que me había mostrado. Me dirigí a ella en catalán, pero no para faltarle el respeto. Me contestó que estábamos en España y que Mallorca formaba parte de España, por lo que me exigió que le hablara en castellano. Me dijo que le estaba faltando al respeto por hablarle en catalán”, señala el entrenador del fútbol.

Santandreu reconoce que ante este comentario se negó en rotundo a cambiar de lengua y siguió hablando a la colegiada en catalán. “No te hablaré en castellano”, le dijo el entrenador, y a continuación le recordó que “no estoy obligado a hablar en castellano, tengo todo el derecho a utilizar el catalán”.

El entrenador asegura que en ningún momento “hubo insultos, ni falta de consideración” hacia la árbitra, pero lo cierto es que en ese momento, antes de dirigirse ella hacia los vestuarios, le mostró la segunda tarjeta amarilla y por tanto le expulsaba del partido. Impidió a Santandreu que pudiera dirigir a su equipo durante la segunda parte del encuentro.

Una injustia por su expulsión

Miquel Santandreu afirma que lo que le ocurrió el sábado es “una injusticia”, sobre todo por cuanto nunca insultó, ni faltó al respeto a la árbitra, sino porque se limitó a dirigirse hacia ella en su lengua materna. “Es la primera vez que coincidía con ella en un encuentro. No la conocía de nada y desconozco el tiempo que lleva en Mallorca, ni tampoco si conoce o entiende nuestra lengua. Si me hubiera hablado de otra forma y me hubiera dicho con educación que me dirigiera a ella en castellano porque no me estaba entendiendo, no habría tenido ningún problema en hablarle en la otra lengua. Pero fue ella quién me faltó el respeto al exigirme que hablara en otro idioma distinto al que estaba utilizando en aquel momento”.

Santandreu asegura que nunca ha utilizado ni insultos, ni falta de respeto, cuando se dirige a un árbitro en un partido de fútbol de alevines. Eso no impide que pueda protestar una jugada, como hacen todos los entrenadores. “Me dijo que era una falta de respeto que no le hablara en castellano y que me dirigiera a ella en catalán”, me dijo Laura Santos.

El entrenador afirma que no es de esas personas radicales que únicamente se expresan en catalán, sino todo lo contrario. No tiene ningún problema en utilizar las dos lenguas oficiales de la comunidad autónoma. De hecho, recuerda que “mi pareja se expresa en castellano” y que durante una época de su vida “estuve viviendo siete años en la Península”, Sin embargo, lo que le molestó sobremanera fue la forma en la que la árbitra le exigió de malos modos que le hablara en castellano, cuando él se había dirigido a ella en catalán convencido de que le estaba entendiendo.

Santandreu asegura que sus compañeros del equipo de entrenadores escucharon lo mismo que él, en el sentido de que le exigía hablar en castellano. “Lo que quiero es que esta situación que he sufrido yo no vuelva a ocurrir en un terreno de juego, sobre todo cuando están jugando niños que están en fase de formación”.

El preparador del equipo explicó que uno de sus jugadores rompió a llorar cuando se dio cuenta que habían expulsado al entrenador y que no podría permanecer en el banquillo durante la segunda parte.

“En el acta del encuentro señala que en la primera parte, antes de mostrarme la tarjeta amarilla, la llame sinvergüenza, pero no es cierto. Cuando le pedía explicaciones por no pitar unas manos no me debió entender e interpretó que la estaba insultando, pero no es verdad. En ningún momento la insulté”, quiere dejar claro el entrenador, que insiste en que las palabras malsonantes hacia un colegiado no forman parte de su vocabulario a la hora de dirigir a su equipo en un encuentro de fútbol. 

La Federación apela al "sentido común del respeto lingüístico"

En un comunicado emitido esta misma tarde, la Federación balear de fútbol se ha pronunciado sobre lo ocurrido, defendiendo que "en los campos de fútbol se debe aplicar el sentido común del respeto lingüístico en todo momento".

"Es por ello que ninguno de los 33.000 federados que forman parte de nuestro fútbol entre todos los agentes implicados, debe sentirse discriminado por el idioma que decida usar con total libertad", expone en el comunicado.