Rafel Nadal compareció relajado a la sala de prensa, como si se hubiera quitado un gran peso de encima. Se le veía feliz, pero no eufórico como cuando conquistó su primer Roland Garros en 2005 ante Mariano Puerta. Sigue tocando con los pies en el suelo, como lo demostró cuando respondió a la primera pregunta, si piensa que si se impone en Wimbledon le habrá quitado las llaves del Reino del tenis a Federer: "No hay llaves de ningún Reino", respondió el tricampeón, que acababa que pasar el control antidopaje. "Si Roger me hubiera ganado también hubiera completado una gran temporada en tierra", añadió.

Nadal no vio nunca el partido perdido, pero reconoció que en el primer set lo pasó mal: "Tenía muchos problemas con mi servicio, y aunque el segundo set me lo ha ganado creo que el partido estaba más igualado. En ningún momento vi que el partido se decantaba. Con el break en el cuarto set pensé que si ganaba mi saque el partido no se me escapaba".

El tenista mallorquín, que vio "lógico" que aplaudieran más a Federer que a él "porque es el número uno y no ha ganado nunca aquí", se explayó a la hora de explicar la presión que se vive antes de una final de un Grand Slam: "Son los nervios lógicos por la ilusión que hace ganar una competición como ésta. Roland Garros es muy complicado, y más ganar de forma seguida. Hay mucha presión por ganar y reconozco que ha habido partidos más vistosos que el de hoy".

La táctica para jugarle a Federer era clara, atacar su revés: "El esquema básico era jugar sobre su revés. Él me cubría muy bien su derecha y se me ha hecho difícil porque el margen para jugarle se hacía cada vez más corto".

Antes de la final dijo que había realizado el mejor Roland Garros de los tres que ha disputado. ¿Qué ha mejorado en su juego?, se le preguntó. "Básicamente he jugado más partidos buenos que otras veces, ante Hewitt, ante Carlos, Djokovic. Con Potro y con Hewitt pasé por momentos duros", explicó.

Nadal todavía no es consciente de lo que ha conseguido. "Ganar tres años seguidos es casi imposible. He jugado a un gran nivel durante seis o siete semanas y mejor no me ha podido ir. Estoy muy feliz y este buen momento me ilusiona para seguir trabajando". No quiso pronunciarse sobre si puede ser perjudicial para Federer obsesionarse con conseguir los cuatro grandes de forma consecutiva: "Lo que ha hecho no lo ha conseguido casi nadie. El año pasado ganó 19 torneos y 18 finales. Lleva cinco años como número uno con una diferencia increíble. Sampras tenía cinco mil puntos como número uno, Federer ocho mil. Con esto está dicho todo".

Ahora acude al torneo de Queen´s, que será al que acudirá "con más alegría. Lo afrontaré con la máxima seriedad posible pero hay que ser realistas y es difícil que me acople a la hierba en sólo un día. Mañana (por hoy) intentaré entrenar hasta lo que me dé el cuerpo y el martes jugaré dobles con Feli (Feliciano López), y el miércoles jugaré un partido que espero que me sirva para preparar Wimbledon". Nadal preguntó si alguien sabía quién le había tocado en primera ronda de Queen´s. Se enfrentará al ganador de Martín del Potro y Thomas Johansson.