Entrevista |

Toni Montserrat: «Le dices a un ibicenco de 1864 cómo es Eivissa hoy y piensa que está en Marte»

Este escritor novel presenta este martes (19 horas) ‘Isla negra’ en Quars Llibres de Palma

A partir de dos asesinatos reales crea una investigación policial en la Eivissa del siglo XIX

Toni Montserrat ha recurrido a 'Die Balearen' para documentarse sobre la Eivissa de hace 160 años.

Toni Montserrat ha recurrido a 'Die Balearen' para documentarse sobre la Eivissa de hace 160 años. / B. Ramon

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Toni Montserrat (Eivissa, 1974) se ha lanzado a la escritura y lo ha hecho por la puerta grande. Consultor empresarial freelance de profesión, aunque también ha sido diseñador de camisas, Toni Juan Juan firma con el malnom por el que se conoce a su familia en Evissa su primera novela, Isla negra, publicada por Plaza & Janés. Se trata de una historia policiaca inspirada en unos asesinatos reales que ocurrieron en la isla pitiusa en 1863. Este martes, 13 de junio (19 horas), la presentará en Quars Llibres, acompañado por la también escritora ibicenca Helena Tur, quien le animó a escribir y le puso en contacto con la editorial.

¿Cómo surge esta novela?

El libro surge a raíz de un artículo en Diario de Ibiza [como Diario de Mallorca, perteneciente al grupo editorial Prensa Ibérica]. Fanny Tur, responsable del Arxiu històric d’Eivissa i Formentera, semanalmente escribe un artículo que habla sobre detalles, curiosidades que va encontrando en el archivo. Una de estas era una carta impresionante del alcalde de Eivissa, Ignasi Llombart, que responde al gobernador de Balears, Juan Madramany. Madramany se muestra escandalizado porque resulta que han matado a un sacerdote y a su criado. Eivissa era una isla en la que todo el mundo iba armado, cuando no con cuchillos, con cachorrillos o las dos cosas. Y los payeses se mataban entre ellos por la ley payesa. Lo extraordinario de este caso es que matan a un sacerdote, a una persona muy querida.

¿Qué hay de verdad y qué hay de ficción?

Se hizo una investigación local, se buscó por todo, no se encontraron los culpables, hay rumorología, el pueblo señalaba a gente, se fue a juicio, pero no hubo culpables... Este contexto, que es verdad, es mi punto de partida, es inspiración, el libro no está basado porque ahí comienza la parte de ficción. Traigo a un investigador de fuera, Marc Guasch, que tiene relación con Eivissa y que trabaja para el Cuerpo de Investigación del Crimen, que investiga crímenes cuando la policía local se ve incapaz de resolverlos.

¿Cómo se ha documentado para trasladarnos a la Eivissa del siglo XIX? ¿Qué fuentes ha consultado?

La fuente básica, que es una enciclopedia, es el Arxiduc Lluís Salvador. En Die Balearen, el tomo de Eivissa y Formentera es enciclopédico, lo explica todo: las costumbres de los ibicencos, la flora, la fauna, la economía, de qué viven, cómo pasa el tiempo, quién habla la lengua, cuánta población hay, cuántos notarios, parroquias, cuántas casas tiene cada pueblo... Tengo una enciclopedia de Eivissa. Y además tengo sus ojos, las descripciones que él hace de cómo es Dalt Vila, las murallas, de cómo son ses Salines, los pueblos, las casas payesas, los olores... Lo tengo todo. Uno de los motivos por los que traigo un investigador de fuera es porque me interesa tener una mirada virgen. Los ojos de Marc Guasch son los ojos del Arxiduc, alguna anécdota que le pasa es una descripción de algo que cuenta el Arxiduc. Esta es la fuente principal. También la Enciclopèdia d’Eivissa i Formentera, que coordinó Felip Cirer, que resuelve muchas de las dudas que he podido tener. Y muchos otros libros que he consultado. Mi reto era ser capaz de transmitir toda esta información de una manera fácil.

La novela le ha llevado años de trabajo. ¿Cómo dio el paso a la escritura?

Sí, este no era mi trabajo, para mí era una afición, un reto. Como me gusta mucho leer, me había planteado escribir, había hecho algún curso on line de escritura, pero lo había dejado siempre a medias porque en realidad no había sabido nunca de qué escribir. El artículo de Fanny fue revelador porque me hizo ver que la historia era perfecta. Por un lado, tenía un crimen real, en Eivissa, sin resolver, y en el siglo XIX. Era la excusa para, partiendo de un hecho real, explicar una realidad que para mí era desconocida. Soy ibicenco, me las doy de ser muy ibicenco, ¿los apellidos ibicencos? Los tengo... Y no tenía ni idea, yo no sabía cómo era Eivissa hace 160 años. Estuve seis años desde que comencé, tres para escribir y luego la corrección. Con el editing de Plaza & Janés pues he estado año y medio... He hecho cálculos, es el defecto de ser consultor, y creo que le he dedicado 3.000 horas, esto quiere decir cinco horas por página. Soy el escritor más lento del mundo, es un drama. La recompensa es tener el libro.

Y en esa búsqueda de información para la novela, ¿ha reconocido a la Eivissa actual?

El título de Isla negra quiere reflejar esa diferencia entre la ‘isla blanca’ que tenemos hoy y la de aquella época, que aparte de ser un poco salvaje, la Eivissa en que todo el mundo iba armado, era pobre a rabiar. El Arxiduc dice que había más 200 casas de payés abandonadas. Los payeses se tenían que ir porque con la tecnología que tenían, que era prácticamente trabajar la tierra con las manos, eran incapaces de generarse alimentos. Eivissa era pobre, tan pobre que era una isla de emigrantes. Era una isla que per se era una prisión. El tema de los exiliados... lo quería mostrar. La Eivissa actual no tiene nada que ver. Imagínate 200 casas payesas abandonadas... Imagínate solo una, ¿cuántos alemanes, holandeses o franceses vendrían para comprarla? Tú le dices a un ibicenco de 1864 cómo es Eivissa hoy y el tío se piensa que acaba de aterrizar en Marte. Diría, ¿este circo qué es? Aunque tenemos muchas cosas buenas, pero también otras que no tanto.

¿Habrá nuevas entregas de estos investigadores?

Mi intención era hacer una trilogía de Balears. Porque los ojos del Arxiduc se tienen que aprovechar. Pienso que si los ibicencos están descubriendo la Eivissa antigua de una manera muy fácil, porque la ambientación la vas viviendo con el protagonista, esta riqueza vale la pena aprovecharla para Mallorca y Menorca. Algunos de los protagonistas del libro tendrán continuidad para hacer esta trilogía.

¿La próxima entrega transcurrirá en Mallorca?

Probablemente, muy centrada en Palma. Vale la pena explicar cómo era esta ciudad. Pero también me gustaría novelar la construcción de las murallas de Eivissa, en el siglo XVI, es una época increíble. Y el tercer proyecto que tengo son relatos cortos sobre historias reales de Eivissa.

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