Ginebras: "Queremos que se nos tome en serio y desaparezca el comentario... 'pues no lo hacen mal para ser mujeres'"

¿Qué han cocinado para el Mallorca Live?

Andamos con la gira de Billie Max (su segundo LP se titula ¿Quién es Billie Max?) y el de Mallorca será nuestro cuarto concierto. Estamos un poco nerviosas porque no sabemos cómo irán las cosas. Nuestro show será muy divertido y activo, todo el rato, con un bajón en medio, ya que por fin hemos introducido una balada en el set list. Tocaremos el jueves 18 de mayo, sobre las dos de la madrugada, así que nos tocará revivir a los zombis.

Las dos de la madrugada, ¿cómodas en esa franja horaria?

El año pasado dimos algunos bolos a esas horas. En este 2023 intentamos encontrar horas un poco mejores porque llegamos agotadas, es decir, nosotras no bebemos antes de salir a tocar, después nos gusta quedarnos en el festival, así que cuando es tan tarde ya estamos un poco reventadas de todo el día. La idea es dormir durante el día y por la noche, darlo todo.

¿Son Ginebras muy festivaleras?

¡Nos encantan! El primer viaje que hicimos juntas fue al FIB (Benicàssim), y estuvimos todos los días del festival saliendo a full. Cada una tiene el suyo favorito: Magüi es más del Viña, Raquel del Sonorama, yo del Low… En cualquier festival nos lo pasamos bien. De hecho el año pasado cuando no girábamos nos íbamos a un festival. Nos gusta conocer bandas, tanto en el camerino como si vamos de público.

¿Qué encontraríamos en su camerino si nos dejaran entrar minutos antes de salir a escena?

Toda la comida intacta, porque antes de un concierto no podemos comer; una botella de ginebra sin abrir porque no bebemos antes… Cuando termina, imagínate (risas). Nos gusta estar con todo el equipo todo el tiempo pero los últimos diez minutos necesitamos estar las cuatro solas, en plan zen, cogernos, abrazarnos y decirnos cuatro cosas bonitas para salir luego con fuerza.

¿Desde el público también les dicen cosas bonitas?

En los 80 y los 90 se llevaba más el tema de las pancartas pero ahora lo que manda son los mensajes en el móvil. Estás tocando una canción súper concentrada y de repente tienes que estar leyendo todas las cosas que te dice el público. Es algo increíble. También nos regalan muchos dibujos y al acabar nos abrazamos con la gente. Es muy bonito aunque raro, porque es gente que no conoces y no sabes muy bien cómo tomártelo. Nos dicen cosas bonitas sin saber cómo somos.

¿Les sigue un público variopinto?

Sí. Nos siguen muchos niños y sobre todo, niñas, lo cual es guay e importante, porque quiere decir que un poco de referente sí que lo somos para ellas y eso nos llena el alma. También nos sigue gente de 40 y 50, incluso de 60 años, porque han vivido toda la movida madrileña y no sé por qué extraña razón nuestro sonido les recuerda un poco a ese “da igual lo que digan nuestras letras, lo importante es pasárselo bien”.

Dicen que los conciertos de Ginebras son una descarga de alegría y que las canciones tristes no tienen cabida en su repertorio.

Sí que tienen cabida las canciones tristes lo que pasa es que aun no hemos hecho ninguna canción corta venas. La mayor parte de nuestro cancionero se basa en la fiesta y el hedonismo.

¿Qué conocéis del Mallorca Live?

2022 fue nuestro primer año de festivales, hicimos mogollón de ellos, todos, ¿y qué haremos el que viene?, nos preguntamos. Cuando el mánager nos dijo si teníamos alguna petición salió el nombre del Mallorca Live y el de O Son do Camiño. Nos gusta todo lo que rodea al Mallorca Live: las playas, la tranquilidad de los mallorquines y los grupazos que tocan ahí. A mí me encanta Peggy Poy y nos pone radiantes poder ver a los Black Eyed Peas. Tenemos bastante ganas de disfrutarlo, tres de nosotras estaremos todo el festival, así que imagina.

Ginebras ha revolucionado la escena pop rock española en muy poco tiempo. ¿Se esperaban tocar el cielo tan pronto?

Ni de coña. Cuando iniciamos el grupo teníamos muchos amigos, que conservamos, de esos que tocan por los bares de Madrid para 100 personas. Esa era nuestra máxima aspiración. Con eso íbamos a ser muy felices. En nuestro tercer concierto ya tocamos para cerca de mil personas. No nos lo esperábamos, y creo que lo de la pandemia nos vino bien, porque pudimos asimilarlo todo. Si esto hubiera sido de golpe igual habríamos caído antes. De momento seguimos arriba, pero la caída puede venir en cualquier momento. Todo ha sido muy loco pero estamos felices aunque con mucha ansiedad.

La desesperación de no encontrar una bajista les llevó hasta Tinder.

Efectivamente. Teníamos muy claro que las 4 teníamos que ser chicas. Y era muy complicado encontrar bajistas y baterías que no estuviesen en otros grupos. Queríamos una banda para pasárnoslo bien y estar a full con esto, tocar las 4 juntas por placer. Lo intentamos a través de amigos, de Instagram, de Facebook, de carteles… y como no la encontrábamos, probamos en Tinder.

Hace unos años un grupo de todo chicas era noticia. ¿Hoy se ha normalizado?

Esperemos que sí, creo que están cambiando bastante las cosas pero sí es cierto que seguimos encontrando como micromachismos o machismos literalmente en la industria contra los que hay que seguir luchando. No puedes hacer una edición femenina de un festival, o que un técnico de escenario se dirija antes al hombre del equipo que a la artista. Más que visibilidad, lo que hace falta es que se nos tome en serio y que desaparezca el comentario: “Pues no lo hacen mal para ser mujeres”.

¿Escribir canciones pegadizas les resulta un ejercicio sencillo?

Muchos nos dicen: claro, lo que hacéis es música fácil, es pop, con cuatro acordes. Técnicamente sí, pero hazlo tú. Es más complicado de lo que parece. Trabajamos mucho desde la intuición, y desde lo que nos sale, y si de repente estamos tranquilamente haciendo cualquier actividad o en el local de ensayo, o fregando unos platos y nos sale una melodía en la cabeza que nos gustaría cantar en un concierto, pues eso es lo que llevamos a nuestras canciones. Hacemos muchas canciones y luego preguntamos a nuestros mánagers y amigos cuáles les gustan. Nos fiamos mucho de la opinión de los demás y eso hace que gusten a más gente.

En unos días, el próximo 17 de mayo, se celebran en Palma los Premios MIN de la música independiente. ¿Qué significa para Ginebras ser independiente en el negocio de la música?

Libertad absoluta y sobre todo que en nuestros sellos nos atiendan mucho. Es lo que más nos gusta de Vanana Records, que somos todos una familia. Creo que en el mundo independiente hay menos competencia que en el mainstream. Donde más actuamos las bandas independientes, y de donde podemos vivir, es de los festivales. Nos encantan los premios MIN. Llevamos tres años consecutivos yendo, y ahí estaremos en Palma, algo que nos encanta, porque empalmaremos con el Mallorca Live. En los MIN estamos nominadas en cuatro categorías, mejor artista, mejor directo, mejor canción con Ansiedad y mejor videoclip con Desastre de persona; y además entregaremos un premio. 

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