Valeri Karpin dirigirá a un Real Mallorca con el que ha tenido varias polémicas cuando vestía la camiseta del Celta y posteriormente de la Real Sociedad. El mallorquinismo la tomó con el ruso, al que acusó de ser el principal instigador de los roces que se vivieron en aquellos encuentros.

Todo empezó en la ida de los cuartos de la Copa del Rey de la temporada 2000/01. El Celta ganó 3-1 en Balaídos a aquel Mallorca entrenador por Luis Aragonés y que militaban Miquel Soler, Javier Olaizola y Miquel Àngel Nadal. Después de aquella derrota algunos bermellones acusaron al ruso de haberles provocado constantemente. Y criticaron los gritos racistas que la grada de Balaídos había propinado a Samuel Etoo. El Mallorca no consiguió remontar en la vuelta, pero Son Moix no dejó de abuchear e insultar a Karpin en todo el encuentro. Hasta se repartieron pasquines amenazantes contra el ruso.

Después de aquello Karpin nunca fue bienvenido en Son Moix. Ni cuando volvió a Palma en la campaña siguiente con el Celta, ni cuando militó en la Real Sociedad hasta que colgó las botas en la temporada 2004/05.

Han pasado muchos años y si los resultados acompañan lo que antes fueron abucheos se convertirán en aplausos.

El ruso, nacido en lo que ahora es Estonia, será la representación a pie de campo de un proyecto que personaliza Dudu Aouate en los despachos, a falta de que formalice la compraventa de la institución.

Hasta ahora su trayectoria en los banquillos se limita al Spartak de Moscú, al que dirigió en dos etapas: entre la temporada 2009/2012 y la 2012/2014.