Calvià

El alcalde de Calvià pagó de su bolsillo el barrido de su despacho en busca de micros

Ese rastreo concluyó sin que se detectase la existencia de ningún dispositivo de escucha en las dependencias de Alcaldía

Juan Antonio Amengual (PP), en su despacho. | JUAN LUIS IGLESIAS

Juan Antonio Amengual (PP), en su despacho. | JUAN LUIS IGLESIAS / i.moure/j.f.m. calvià

El alcalde de Calvià, Juan Antonio Amengual, del Partido Popular, se pagó de su bolsillo al llegar al cargo el barrido de su despacho en busca de algún tipo de dispositivo oculto de escucha. Ese análisis concluyó sin que se detectase la existencia de ningún micro. Alguno de sus predecesores sí que instaló sistemas de inhibidores de señal, para impedir la utilización de dispositivos móviles en el despacho de alcaldía, situado en la primera planta del Ayuntamiento.

La revelación de este barrido se produce en el contexto de la polémica política desatada a raíz de que haya trascendido en los últimos días que la conselleria de Empresa, Empleo y Energía contrató a una empresa para revisar si había micros o sistemas de escucha en el despacho del titular de este departamento autonómico, Alejandro Sáenz de San Pedro.

Rodríguez Badal

En el caso de Calvià, la actuación a título individual del alcalde se remonta a principios de legislatura, cuando accedió al cargo, tomando el relevo del socialista Alfonso Rodríguez Badal, que ocupó la alcaldía entre 2015 y 2023. Amengual quiso asegurar la privacidad en el despacho que será su base de operaciones durante esta legislatura y contrató la realización de un barrido para determinar la posible existencia de dispositivos de escucha.

Esos trabajos no se cargaron al erario público, sino que fueron sufragados por el propio alcalde, a título particular. Finalmente, no se detectó la existencia de ningún aparato de estas características. El despacho de alcaldía ya fue objeto en el pasado de la instalación de sistemas para controlar las comunicaciones en su interior. De esta forma, cuando el gobierno de izquierdas presidido por Rodríguez Badal accedió al poder en 2015, en sustitución de Onieva, se encontró con que en el despacho del alcalde había dos inhibidores de frecuencia, que el nuevo equipo desconectó.

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