El equipo de gobierno del PP rechazó la moción conjunta presentada al pleno ordinario por PSOE y ERC para que se derogue la exención de pagar el IBI a los bienes de la Iglesia católica. El alcalde, Joan Simonet, razonó su postura asegurando que había valorado lo que se podría ingresar por esos bienes –un bar en la plaza Sebastià Jaume y dos viviendas en Can Campaner–, y que sería poco más de 400 euros al año. Según Simonet, esa cantidad "es muy poco y, además, queda compensado con la buena relación que mantenemos con la parroquia, que en ocasiones nos cede gratuitamente espacios de su propiedad para actos públicos".

La portavoz del PSOE, Aina Munar, destacó que "en tiempo de reducción de servicios, centros de salud y hospitales, sorprende que la Iglesia no quiera renunciar a sus privilegios". Carme Comas, de ERC, defendió que se pague "lo que se debe pagar". El PSM también votó a favor de la moción.