­El nuevo reglamento de caza aprobado por el Consell de Mallorca introduce cuatro cambios fundamentales que pretenden flexibilizar la normativa cinegética. Un buen ejemplo son las nuevas licencias interinsulares. Pero además ahora se reconoce como válida la caza de la perdiz con reclamo y lazo y se crea la figura del vigilante de los terrenos de la sociedad local de caza, conocida popularmente como garriguer. Por último, queda en el punto de mira la ampliación de la temporada de caza del tordo, que pasará a finalizar en febrero y no en enero como hasta ahora. Es decir, habrá un mes entero más para atrapar a estas aves.

Los aspectos que modifica el nuevo reglamento no son superficiales, pero tampoco son drásticos. El Consell sigue reconociendo 23 especies cinegéticas: veinte de aves y tres de mamíferos. Tampoco se flexibilizan los períodos de caza, excepto en el caso del tordo, lo cual era una reivindicación de las sociedades de cazadores.

En cambio, para el Grup Ornitològic Balear (GOB), ese hecho podría ser objeto de denuncia ante las autoridades europeas porque la institución insular estaría autorizando la caza de especies migratorias durante el período de retorno a los lugares de cría.

Donde los ecologistas observan más desprotección, los cazadores ven más mano izquierda. Un caso sería la recuperación de la figura del garriguer, es decir, una persona designada por la sociedad de cazadores local para cuidar y guardar los terrenos del municipio.

El propio reglamento de caza del Consell reconoce que solo es una figura "de carácter honorífico", ya que en la práctica los celadores de caza serán quienes mantengan las competencias de vigilancia, inspección y control de la actividad cinegética. Los garriguers serán relegados, por tanto, a funciones de asistencia y consejo al cazador.

Nueva modalidad tradicional

Otra de las novedades que introduce el Consell es la caza de perdiz con lazo. A partir de ahora se reconoce como una práctica homologada y pasa a estar regulada, tal y como ya ocurría en Menorca. Igual que sucede con la caza de perdiz con escopeta, la caza con lazo ha de realizarse con otra perdiz que sirva de reclamo.

Es una modalidad cinegética reposada, consistente es esperar que el cuello de la perdiz quede atrapado por un lazo. Al intentar desplazarse, el pájaro aprieta su propio lazo, lo cual impide que se escape.

El último cambio relevante tiene que ver con las licencias de la Federación Balear de Caza, que a partir de ahora pasarán a tener validez en todo el territorio balear y no solo en la isla donde se soliciten.

Todavía queda pendiente la reforma que anunció el Consell para crear un carné por puntos de caza, a imagen y semejanza del permiso de conducir. Tal y como avanzó DIARIO de MALLORCA a principios de año, la institución insular quiere implantar este nuevo método de sanciones, de forma que los cazadores que se queden sin puntos por haber cometido infracciones pierdan la licencia. En cualquier caso, los responsables de caza del Consell sostienen que las multas económicas seguirán siendo duras.