El ayuntamiento de Consell ingresará dinero cada vez que ceda mobiliario municipal a los particulares que lo soliciten, una práctica muy común que hasta la fecha era totalmente gratuita. El Boib del pasado 23 de febrero publicaba la nueva ordenanza reguladora de los precios para el alquiler de elementos de titularidad municipal, que fue aprobada por unanimidad en el pleno.

De esta forma, la institución local se reserva el derecho de cobrar por cada elemento público que alquile a los ciudadanos y a las asociaciones que, con motivo de la organización de algún evento, necesiten contar con un número considerable de sillas, mesas o algún otro objeto como señales de tráfico, farolas, barbacoas, barreras o torres de focos, entre otros elementos propiedad del Ayuntamiento.

Sin embargo, por razones de interés público, la institución local podrá eximir del pago a determinades entidades y asociaciones sin ánimo de lucro que organicen actuaciones propias, si bien también están obligadas a devolver el material prestado y a reponerlo en el caso de que el estado de la devolución no sea el mismo que presentaba un elemento determinado a la hora de la entrega.

Las tarifas han quedado definidas de la siguiente forma: 0,25 euros diarios por una silla; dos euros diarios por una mesa; cinco euros por la cesión de una barbacoa; 0,25 euros por cada metro lineal de guirnalda sin bombilla y 0,50 si la bombilla está incluida; y 2,50 euros diarios por el alquiler de una señal de tráfico, barrera, escalera o torre de focos. Por cada día de retraso en la entrega del material, el Ayuntamiento ingresará 0,40 euros por elemento prestado. Además, la institución local ingresará una cantidad en depósito que sólo se devolverá si el material alquilado está en buen estado. En caso contrario, se cobrará una indemnización de 10 euros por cada silla rota o perdida y de 60 euros para el resto de elementos.

El alcalde de Consell, Andreu Isern (PSOE), explica que la aprobación de la ordenanza permitirá al Consistorio "ingresar pequeñas cantidades de dinero que se invertirán en reponer el material prestado que se haya roto". A su entender, cuando el Ayuntamiento prestaba los elementos de forma gratuita era habitual que el material se devolviera en malas condiciones o bien con mucho retraso con respecto a la fecha comprometida. "De esta forma, si la gente sabe que deberá pagar por ello, tal vez vaya con un poco más de cuidado", apunta el alcalde. Isern añade que, con la crisis, "la gente tiene más tendencia a pedir estas cosas al Ayuntamiento".