Ni los vecinos más viejos de Consell recuerdan haber visto cerrado jamásel cementerio municipal. El camposanto no ha tenido nunca cerradura ni llave y anoche, por primera vez en su historia, una cadena y un candado impedían la entrada a los vecinos desde las 20 hasta las 8 horas del día siguiente.

Andreu Isern, alcalde, manifestó ayer que "siempre había sido un lugar abierto para que el que lo deseara pudiera hacer una visita en paz a sus antepasados, pero tras la profanación del viernes pasado he ordenado a la policía que cada noche cierre el recinto".