Se sientan de forma ordenada. Comienza el debate. Sin polémicas. Guardan incluso más silencio que los diputados reales. Son los alumnos de educación infantil y primaria del colegio Nostra Senyora de Robines de Binissalem. Ayer 240 jóvenes llenaron el Parlament para votar su reglamento de organización y funcionamiento, es decir, sus derechos y deberes en la escuela.

Al sentarse en el hemiciclo, más de uno esquivó los sillones azules. "Esta silla no me gusta", dijo un pupilo de segundo mientras corría a los sillones rojos. Los delegados y subdelegados tomaron asiento junto al estrado de oradores para leer, por turnos, un resumen del texto que habían de votar y aprobar.

"Artículo 7: Tenemos derecho a una formación completa y el deber de estar atentos cuando los profesores explican y portarnos bien en clase", dice el documento. "Artículo 17: Tenemos derecho a utilizar las instalaciones del centro y la obligación de cuidarlas", especifica más adelante.

"En cada aula han trabajado uno o dos artículos, han aprendido la diferencia entre derechos y deberes y se han sentido importantes porque todas las aportaciones que han realizado están en los documentos finales", explica la directora del colegio, Antònia Isern.

El proyecto lo iniciaron en enero. Desde el principio, buscaron el máximo de paralelismos con la realidad política para que experimentaran qué es la democracia parlamentaria, tal y como comenta el jefe de divulgación institucional del Parlament, Jaume Munar. "Los delegados son como los diputados, y su reglamento es como el Estatut", afirma.

Desde su departamento han aportado el material para dar a conocer la institución que representa a los ciudadanos de Balears. "Nuestra intención es que el Parlament sea cercano a los niños y que sepan para qué sirve", añade Munar.

Los alumnos de quinto de Primaria son los que más lo han vivido. Gracias a la asignatura de Educación para la Ciudadanía han podido conocer a fondo cómo funciona el organismo y cómo se aprueban las leyes.

La sesión de ayer finalizó después de votar uno por uno dentro una urna. El resultado final fue aplastante: 236 votos a favor, 3 en contra y una única abstención, por lo que los alumnos de Nostra Senyora de Robines ya tienen unos nuevos deberes que cumplir y unos nuevos derechos que les protegen.

"Esta experiencia ha sido un proyecto piloto excelente", según el jefe de divulgación institucional. "Nunca antes se había hecho y es una magnífica forma de entender el funcionamiento del Parlament, por lo que a partir del año que viene intentaremos que más centros vengan aquí a celebrar sus votaciones", concluyó Munar.