El Partido Popular gobierna en ocho de los diez municipios de Mallorca que acumulan más deuda por habitante, según los datos publicados la semana pasada por el ministerio de Economía y Hacienda. Pese a las consignas de austeridad del presidente popular José Ramón Bauzá, no todos los consistorios gobernados a día de hoy por su partido han conseguido rebajar el déficit.

Cuadrar las cuentas municipales supone un rompecabezas de difícil solución. Entre otras razones, porque cada población tiene necesidades diferentes y son muchos los alcaldes que heredan números rojos de mandatos anteriores y no dependen únicamente de su gestión.

En total, los pueblos de la part forana deben 272.911.000 euros. Repartidos estos gastos entre los habitantes de los municipios mallorquines –exceptuando Palma–, suponen una deuda media de 585,53 euros por ciudadano.

Si se analiza el déficit en cifras absolutas, Calvià lidera la deuda con 60,8 millones. Le siguen Llucmajor, con 39,9 millones ; Inca, con 15,9 millones, y Manacor con 11,7 millones.

Comparando estos datos con el censo, Calvià da el dato más preocupante de los grandes municipios. La tierra que gobierna el popular Carlos Delgado tiene un adeudo de 1.182,15 euros por habitante. Es el segundo municipio de Mallorca en esta tasa, solo superado por Escorca. Esta población de la serra de Tramuntana acumula un agujero de 798.000 euros que, repartidos entre sus 276 vecinos, suponen una deuda de 2.891,3 euros per capita, dos veces y media superior a la de Calvià. Es un dato astronómico para el municipio más despoblado de las Balears.

Además de Escorca y Calvià, los otros municipios que completan el top ten de la deuda por habitante son Sant Llorenç des Cardassar (1.181,43 euros por persona); Llucmajor (1.088,85 euros); Binissalem (945,39 euros); Selva (909,94 euros); Mancor de la Vall (887,16 euros); Capdepera (880,63 euros); Montuïri (779,2 euros), y Deià (734,8 euros).

De estos diez municipios, ocho están gobernados por alcaldes del Partido Popular. Las únicas excepciones son Sant Llorenç des Cardassar, bajo las órdenes del Grup Independent de Son Carrió, y Capdepera, regido por Unió Mallorquina.

El próximo president, José Ramón Bauzá, ha conseguido que, Marratxí, el municipio que aún gobierna, tenga una deuda baja en relación a su población: 198,21 euros, es decir, menos de la mitad del déficit medio.

Los únicos tres ayuntamientos que pueden presumir de no tener números rojos son Ariany, Banyalbufar –dirigidos por UM– y Estellencs –gobernado por el PP–. Además de su deuda inexistente, estos tres municipios también coinciden en que su población es inferior al millar de habitantes.

Las otras tres corporaciones con censos de menos de 1.000 personas tienen deudas muy superiores a la media. Aparte del caso de Escorca, están Deià (734,8 euros por ciudadanos) y Fornalutx (658,61 euros).

La deuda por partidos

Si se reparte el endeudamiento por partidos políticos, el Partido Popular es el que, en proporción, debe gestionar más problemas en las arcas públicas municipales: 667,66 euros por habitante adeudados. Esta cifra surge de la suma de la deuda de todos los municipios en que gobierna la formación conservadora, dividida por la población de estos.

Los partidos independientes o de carácter local son los siguientes en esta relación (568,65 euros por ciudadano). El PSOE ocupa el tercer lugar (494,33 euros); seguido de Unió Mallorquina (433,65 euros) y el PSM-Entesa (309,54 euros).