Sóller arrancó anoche su feria de mayo. Y lo hizo rindiendo un cálido homenaje a los colectivos de moros, payeses y payesas que desde hace más de quince años se encargan de organizar al detalle la batalla del Firó con el que anualmente concluyen las fiestas. El de este año es el del 450 aniversario de una gesta que se produjo el 11 de mayo de 1561.

El inicio del programa festivo se llevó a cabo en la parroquia de Sant Bartomeu. El templo quedó abarrotado de público y autoridades que asistieron al acto de investidura de las Valentes Dones y a la posterior lectura del pregón de fiestas, este año a cargo del ilustrado Francesc Lladó.

Esperança Bernat y Cristina Gual cedieron su vara a Magdalena Deyà y Catalina Pomar, que fueron investidas Valentes Dones de 2011 entre aplausos y ovaciones del público. En su discurso, las ya Valentes Dones de Can Tamany agradecieron el haber sido elegidas y animaron a los sollerics a disfrutar de los días de fiesta. Tras ello, el testigo fue para el filólogo Francesc Lladó. En su pregón, se centró en la filosofia y sus lazos con la cultura popular y la historia del valle. Lladó invitó a reflexionar sobre el pasado de Sóller, con épocas de gran riqueza y valores contrastados con los periodos más oscuros como el de la Guerra Civil. Habló también del presente, asegurando que "hemos de conquistar nuestro futuro y no dejar que nada ni nadie nos impida ser un pueblo grande como lo hemos sido siempre". Y también miró hacia el futuro pidiendo una reflexión para conseguir que "sin olvidar la modernidad, este se base en el pasado y en valores como los de aquellos sollerics de hace 450 años que dieron su fida y su esfuerzo para defender Sóller de sus enemigos".

En clave política, pidió "la implicación democrática para votar aquellos que nos han de gobernar" y criticó, sin decirlo directamente, la política llevada a cabo por el Partido Popular.

El inicio de las fiestas se completó con la entrega del escudo de oro de la ciudad a los colectivos que forman parte de la Coordinadora Onze de Maig, quienes anualmente se encargan de organizar los actos relacionados con las batallas entre moros y cristianos del día del Firó. Para este año, con motivo de su 450 aniversario, han previsto algunos cambios en los simulacros.