Naranjas y mandarinas prohibidas en un colegio de Palma por solidaridad con una profesora

La escuela pública de Son Oliva impide acceder al centro con algunos cítricos para evitar algún percance con una docente que padece una grave alergia hacia esos alimentos

Uno de los carteles admonitorios diseminados por todo el recinto del CEIP de Son Oliva.

Uno de los carteles admonitorios diseminados por todo el recinto del CEIP de Son Oliva. / Diario de Mallorca

I. Olaizola

I. Olaizola

Cuando una persona acceda al Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) de Son Oliva a buen seguro que se muestra sorprendida por unos gráficos carteles colocados a intervalos en toda la verja perimetral del colegio en los que se informa que las naranjas, las limas y las mandarinas «son alimentos prohibidos en la escuela».

Preguntado el centro por esta prohibición, varios de sus trabajadores revelaron que obedecía a que una docente padecía una grave alergia a estos alimentos y que habría presentado a inicio de este curso académico la documentación médica necesaria para que el veto comenzara a aplicarse.

Fuentes de la Asociación de Madres y Padres (AMIPA) de este colegio confirmaron esta circunstancia de la que habrían sido informados al inicio de este mismo curso académico. «La profesora ha conseguido la plaza en propiedad este mismo año y se nos informó que el curso iba a empezar con alguna peculiaridad», señalaron desde la AMIPA subrayando eso sí que la prohibición de entrar con esas frutas ha sido tomada por el colegio, no por ellos.

Esta decisión habría ocasionado cierto malestar entre alguno de los progenitores aunque, en términos generales, la comunidad de familias se habría mostrado conforme con esta prohibición para velar por la salud de la docente.

En el CEIP de Son Oliva están escolarizados 502 niños y en el centro imparten clases unos cuarenta docentes.

Fuentes de la AMIPA revelaron un caso esclarecedor del riesgo a que se vería sometida esta docente en caso de permitir a los niños que acudieran a la escuela con alguna de estas frutas.

«A uno de los alumnos se le había diagnosticado que padecía diabetes y en la consulta de Son Espases le aconsejaron que, para solventar una bajada de azúcar inesperada, llevase siempre una naranja como solución de emergencia ante la hipoglucemia. Cuando su madre le dijo a la sanitaria que no podía acceder a la escuela con una naranja, la profesional enseguida relacionó el caso en cuestión preguntando si el niño estaba escolarizado en el colegio con la docente afecta por esta grave alergia alimentaria», explican desde la AMIPA.

Desde esta asociación añadieron que este centro escolar tiene cocina propia y que los alimentos, en crudo, le son suministrados por Can Arabí. Y que entre ellos figuran los limones, otro cítrico por antonomasia que no estaría afectado por el veto.

Los miércoles, otras frutas

Desde la asociación de padres y madres subrayan que en este colegio se vela por la correcta alimentación de sus hijos. Así, están prohibidos los zumos azucarados así como los batidos. «Suelen llevar para merendar un bocata y, eso sí, los miércoles es obligatorio consumir alguna pieza de fruta. En nuestro caso optamos por otras diferentes a las vetadas como las fresas, plátanos, manzanas, kiwis o cerezas», explicaron.

«Ella (la profesora), a Sevilla no iría. De la misma manera que por según qué sitios de Palma (con una gran presencia de naranjos) no se pasea. En una ocasión le pregunté que qué pasaría si me ponía un perfume con esencia de naranja. Me contestó que ni se me ocurriera acercarme a ella», explica un responsable de la AMIPA.

Preguntada la conselleria de Educación sobre si la actuación del centro escolar de negar al conjunto de la comunidad educativa el consumo de unos alimentos saludables por el problema de salud de una única docente era pertinente, explicaron que la autonomía del centro sí les permite adoptar una decisión de este calado. Eso sí, matizaron, debían comunicarla al conjunto de los padres de alumnos al inicio del curso mediante una circular.

Circular que posteriormente confirmaron que sí habría sido enviada. No obstante, desde la Conselleria adelantaron que el centro recibirá en breve una visita de Inspección Educativa para comprobar la idoneidad de los carteles colgados en todo el contorno del colegio. Este diario ha intentado infructuosamente a lo largo de los tres últimos días recabar la versión de la dirección del centro, opinión que no ha podido ser recogida al encontrarse el máximo responsable de la escuela de viaje de estudios. En Barcelona.

Alergia poco frecuente

La profesora afecta por una alergia severa a los cítricos vetados en el CEIP de Son Oliva podría sufrir una crisis severa no únicamente por la ingesta de los mismos, sino también por estar cerca de un niño que pelara estas frutas. Alergólogos consultados señalaron que la alergia a los cítricos es poco habitual y que cuando se da suele estar asociada a una intolerancia severa a otros alimentos. Explicaron que, en cualquier caso, el riesgo es mucho mayor si se consume que si solo se está expuesto a ellos.

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