Pilar Real y su marido tramitaron hace dos años ante el ayuntamiento de Palma todos los permisos para poder ampliar su residencia, dotándola de una planta más y de piscina. Y cuando las obras estaban próximas a concluir, les comunican que van a ser expropiados para ampliar el Camí dels Reis. Pese a que puede perder la casa en la que viven con su hijo, se considera menos perjudicada que su vecina Isabel, que a sus más de 80 años no deja de llorar al saber que pueden echarla de su residencia.