Foto. Una menor se inclina ante la cámara y descubre su cuerpo semidesnudo. Otra foto. Un quinceañero con la sonrisa floja enarbola una botella de güisqui. Estas imágenes han sido extraídas de portales como Facebook, Orkut o Fotolog por las investigadoras Lourdes Alonso, psicóloga, y Gloria Cantó, abogada, para su informe ´Los menores baleares y las redes sociales en internet´. El día que presentaron su trabajo avisaron de que estos deslices pueden pasar factura cuando los adolescentes crezcan y busquen trabajo.

¿Las investigadoras exageran? Depende. Las empresas de selección de personal aseguran que no husmean en la vida íntima de los aspirantes pero, al mismo tiempo, recomiendan mucha prudencia con lo que se cuelga. "Es un asunto delicado porque cada uno hace lo que quiere con su vida privada. A mí no me parecen tan importantes las correrías de un empleado los sábados por la noche si el lunes rinde", argumenta el director de recursos humanos de una multinacional mallorquina que prefiere mantenerse en el anonimato. Pero puestos a elegir en igualdad de condiciones, la cosa cambia. "Internet te puede condicionar cuando tienes a tres candidatos similares. Evidentemente, descartas al que aparece en una foto con una moña terrible", se sincera. "Cuando vamos a contratar a alguien no investigamos profundamente su presencia en la red, aunque sí echamos un vistazo a su link en Facebook", matiza.

La directora del área de Servicio de Adecco Profesional, Jennifer Fast, especializada en la captación de mandos intermedios, directivos y técnicos, aconseja "mucho sentido común". A los demandantes de un puesto de trabajo les hace el siguiente planteamiento: ¿Te contratarías a pesar de lo que aparece de ti en internet? "Muchos me contestan que probablemente no lo harían. Entonces, yo les recomiendo borrar todo lo que puedan", ilustra.

El responsable de CYR Consultores, Gabriel Carrasco, se muestra taxativo. Cuando se enfrenta a un proceso de selección de personal, "jamás" hurga en el pasado de los aspirantes cincelado en la red. "Como psicólogo, sería un error. Lo que se hace cuando eres un menor de edad no se debe tener en cuenta porque la personalidad se desarrolla hasta los 22 años. Incluso, en una personalidad consolidada puede haber cambios de un año para otro", detalla. Carrasco subraya el carácter poliédrico del ser humano, que despliega personalidades distintas según el ámbito sin padecer trastorno alguno. "Me da igual que por las noches se ponga peluca y se convierta en un travestido", resume.

Lo cierto es que cada vez resulta más difícil toparse con un joven de entre 15 y 35 años sin una cuenta abierta en una red social, aunque sea testimonial. Y eso, no pasa inadvertido. Un estudio reciente de la web anglosajona de empleo Career Builder, participada por Microsoft, arroja que cuatro de cada diez seleccionadores rastrean en Facebook y han descartado a postulantes tras echar un vistazo a su perfil. Uno de cada diez aspirantes se cae de la lista por presumir de beber o tomar drogas, un 13% queda eliminado por hacer comentarios racistas y un 10% porque colgó fotos inapropiadas, dicen los examinadores consultados. No obstante, la mayoría de los rechazados, según Career Builder, lo son porque han mentido en su currículum y luego han sido pillados en un renuncio en Facebook.

Hasta aquí, los peligros de las redes sociales. ¿Y las ventajas? LinkedIn o Xing son comunidades de carácter profesional donde sus usuarios contactan por razones laborales. Aquí la fiesta y las fotos de las vacaciones en Eivissa carecen de sentido. Se trata de un gran escaparate adonde acuden las empresas de cazatalentos. "Tendrán mucha importancia como fuente de reclutamiento, tanto de trabajadores como de prestadores de servicios o autónomos", vaticina Laura Garrido, directora de Recursos Humanos Corporativos de Sol Meliá. A Jennifer Fast, de Adecco Profesional, le facilitan mucho su tarea, sobre todo, para tentar a mandos intermedios con empleo estable. Pone como ejemplo el caso de una compañía de telefonía que le pide un directivo. Gracias a estos portales, en un santiamén consigue el correo electrónico del trabajador idóneo de la empresa de la competencia, al que le envía una oferta sin hacer ruido. Porque en internet, no es lo mismo que te cacen por tu currículum que por la última bacanal.