El primero de los cinco trenes eléctricos encargados por el Govern por un valor de 54,6 millones de euros ha desembarcado en el puerto de Palma.

Las unidades, más modernas que las actuales -y eléctricas-, cuentan con los colores rojo y amarillo ya tradicionales en el transporte del SFM y con un interior renovado. Así, pese a contar con la misma paleta de colores, el diseño exterior se verá alterado. En total, la suma de los cuatro coches que componen el tren le otorga una longitud de 69,45 metros y únicamente cuenta con inscripciones laterales de las siglas del TIB y el SFM.