Un millar restauradores han desafiado la prohibición dictada por la Delegación del Gobierno en Baleares y se han concentrado esta mañana frente al Consolat de Mar para protestar contra el cierre de bares y restaurantes, una de las nuevas medidas aprobadas por el Govern para contener la alta incidencia del coronavirus en Mallorca. Después, la concentración se ha dirigido hacia el Parlament al difundirse el rumor de que Francina Armengol se encontraba allí. El edificio estaba fuertemente custodiado por la Policía. Allí han encendido bengalas y tirado petardos a los policías que vigilaban la puerta para impedir que entrasen. Tras ello, se han dirigido a la plaza de Cort, donde la protesta ha continuado frente al ayuntamiento de Palma, donde se han lanzado huevos contra la fachada. Finalmente, se han dirigido a la plaza de España y han cortado las Avenidas.