A pesar de la prohibición, centenares de personas se han concentrado frente a la sede del Govern para protestar contra el cierre de bares y restaurantes y se han vivido algunos momentos de tensión. Vigilados por una docena de policías nacionales, los manifestantes, empleados y empresarios de todo tipo de negocios hosteleros, han gritado consignas contra las medidas restrictivas de su actividad, que en su opinión son injustas y les abocan a la ruina.