Con una orden de registro, agentes de la Fiscalía llamaron a la puerta de la vivienda de la presidenta de Perú, sin respuesta. Así que procedieron a su asalto, que se enmarca dentro de las diligencias del llamado caso Rolex, que afecta a Dina Boluarte, investigada por un presunto delito de enriquecimiento ilícito. El registro se prolongó hasta bien entrada la madrugada y de momento no ha trascendido su resultado, dado el carácter reservado de unas pesquisas que parecen cumplir con una maldición que persigue a la jefatura de estado de Perú. Desde los años 90, todos y cada uno de sus presidentes han sido destituidos o encarcelados por corrupción.